– ¡Chuta, compadre Indiscreto! ¡Qué mal está el turismo en nuestra provincia!… ¡Hasta desobligo da!
– ¿Y de qué se queja usted, compadre Ulbio? ¡Vea en las fachas que anda y así quiere que venga el turismo! ¡No pues, compadre! ¡Así espanta al turismo!
– ¡Ele!… ¡¿Acaso solo por mi culpa es que no vienen los turistas?!
– Pues, cada uno de nosotros tenemos que poner un granito de arena, siendo más amables, manteniendo una buena presencia y sin tratar de extorsionar a los visitantes.
– Bueno; le prometo que para mañana me voy a arreglar bien para venir a trabajar… Pero no creo que eso mejore la situación…
– No se preocupe, compadre; que ya vino nuevamente la ministra de Turismo…
– ¡¿Otra vez?!!!… ¡Ele!… Pero, si reciencita nomás estuvo aquí…
– Sí, pero parece que le gustó nuestra provincia…
– Es que, con todo ese buen trato que le dimos, la tratamos como a reina, botando la casa por la ventana, jeje.
– Ojalá no se le haga costumbre y vuelva a cada rato; no vaya a ser que nos termine cayendo mal.
– ¡Mejor que venga!… Aunque sea como turista, y que traiga a todos sus familiares y amigos; ya sabe que al turista tenemos que recibirle bien aunque nos caiga mal.
– Pero esta vez no vino con las manos vacías: ¡Vino agarrada mama sello!… dizque el sello de la buena suerte, que atrae turistas por montones…
– ¡¿Sello de la buena suerte?!… ¡¿Acaso nos vio cara de salados o qué?!
– Yo creo que más bien nos vio cara de tarugos. Pero no importa; porque nos trajo el sello “Safe Travel”…
– ¡¿Que safe quéee?!
– “Safe Travel”, está en inglés.
– ¿Y eso qué significa en cristiano?
– Significa “viaje seguro” o algo así; ya sabe, para convencer a los gringos que es seguro venir para acá.
– ¡¿A pesar del coronavirus?!
– Es que, según yo entendí, se trata de un sello milagroso, mejor que los remedios caseros que hacen los shamanes para espantar el Covid-19; hace que el virus se espante y los turistas pueden entrar tranquilamente, con toda confianza, sin ningún problema…
– ¡¿En serio?!… ¡Chuta!… ¡Al final este gobierno se volvió milagroso!
– Y eso no es todo; de yapa nos dejó el eslogan: “Puyo destino bioseguro”. ¡Que bonito! ¿Ya ve?
– Uno aquí rezando al Jesusito para que el virus desaparezca y vengan los turistas, y ha sido de rezarle a esta ministra santa… ¿O será virgen?… Bueno, no importa; con tal que haga milagros.
– Bueno, el caso es que todos quedamos contentos con tamaño regalo; sobre todo la vicealcaldesa, no ve que tan milagroso ha sido que hasta al alcalde ha desaparecido… ¡No hay pues! ¡Ya ha caydo!
– ¡¿Cómo que ha desaparecido el señor alcalde?!!!
– Pues nadie sabe dónde está, ni dónde fue. Se lo ha tragado la tierra. ¿Andará de vacaciones? ¡Pero si recién nomás sacó vacaciones!…
– O… ¿será que otra vez le agarró el corona…?
– O qué corona tiene que a cada rato deja su silla vacía… Bueno, la de la corona es la vice, que sin querer queriendo le tocó asumir nuevamente y así ha pasado toda la semana de titular, y ahora hasta con sello “Safe Travel” y fiestas y eventos por todo lado….
– ¡Chuta, la gente hasta ya se está olvidando del Oz!
– Ojalá que el sello haga efecto con nosotros mismos, y no estemos como usted, que anda saliendo a pasear por otros lados, de turista chiro, sin plata pero por otras partes. De tal forma que cuando llega un feriado… ¡Todos se han ido! ¡La ciudad desierta! ¿Qué turista se va a quedar en una ciudad fantasma? dígame compadre.
– Tiene usted toda la boca llena de razón, compadre; deberíamos valorar lo que somos y tenemos, nuestros propios atractivos, nuestra gente, nuestra cultura, nuestra gastronomía…
– ¿O por qué cree que la ministra santa viene seguido por acá? siendo privilegiados en recibir el sello “Safe Travel”. O sea, como quién dice: “Puyo bonito, bueno y seguro”.
– Sí, compadre… ¡QUÉ VIVA PUYO!!!