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Muerto en el barrio obrero ocasiona la reacción de sus moradores

por Andres Ortega

Una persona murió apuñalada en la calle Cotopaxi en la madrugada del último sábado, cosa que ha causado la preocupación y reacción de dirigentes y pobladores, ya que no es posible que este tipo de hechos empañen la imagen del barrio más turístico de la ciudad de Puyo.

Jorge León en calidad de presidente, reclama por la falta de cumplimiento de las autoridades en los acuerdos alcanzados en años anteriores, en la consideración que el barrio Obrero debe contar con un plan de seguridad diferente del resto de barrios.

En este sentido, se firmó un acta de compromiso en el cual se acordó la construcción de un UPC en el barrio Obrero, la gestión de un punto de seguridad policial en el malecón del río Puyo para velar por la seguridad, la construcción de un circuito cerrado con cámaras de seguridad que no sea solo de verificación de información sino de prevención, pero nada de ello se ha hecho realidad.

Por ello, han planificado una nueva reunión con las autoridades para medir el nivel de cumplimiento y adquirir nuevos compromisos, pero que no solo queden en palabras o en letra muerte, sino que se hagan realidad. Si bien es cierto la pandemia puede ser un buen argumento para decir que no se ha podido avanzar, pero ahora, esta ya ha pasado y las actividades se están normalizando, entonces es necesario que los turistas tengan garantizado sus niveles de seguridad.

Por otro lado, se escucha que los niveles de prostitución están avanzando para este sector, por lo cual no están dispuestos a permitirlo y menos la delincuencia, por ello, necesitan el accionar de las autoridades.

También es importante, la colaboración de los centros de diversión como las discotecas, que están obligados a garantizar la seguridad dentro de sus establecimientos, con ello, también cumplir con los protocolos de insonorización, entre otras obligaciones.

El señor Mario Martínez, expresa que las autoridades están obligadas a hacer cumplir los horarios de funcionamiento, así también la policía nacional tiene que actuar para que pasado los horarios autorizados no existan personas libando en las calles y muchos menos las llamadas huecas.

Rubén Cajas, también ex presidente del barrio, señala que hace falta un control de la policía, luego del cierre de los horarios, puesto que una vez que llega la hora autorizada ellos se retiran, pero las personas se esconden y luego vuelven a salir a seguir libando. Por otro, lado parece que las cámaras de seguridad no presentan ningún resultado, por lo que queda la duda de si están activadas o no. Se hace necesario y urgente la construcción de un UPC de la policía en el barrio ya que no es comprensible que el barrio de más movimiento turístico no cuente con una unidad de policía comunitaria.

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