– ¿Qué hace ahí, compadre Indiscreto? Con ese baúl viejo en medio patio. ¿Acaso se le metieron los ratones? Eso le pasa por tener puras cosas viejas. ¡Más parce cachinero!
– ¡Pero qué falta de agricultura, compadre Ulbio! No son cosas viejas sino antigüedades! Además, este es mi baúl de los recuerdos… ¡Un verdadero tesoro!
– Yo he escuchado que se les dice “baúl de los recuerdos” a las canciones viejitas, esas de antaño que daban gusto escucharlas.
– Por eso mismo, compadre. Aquí tengo guardadas mis mejores canciones, las de mis viejos tiempos, y estoy buscando esa canción del Puma que dice: “Se nos va la vía, como el agua en las manos…”
– Jeje, chistoso compadre. No es “vía”, es “vida”; usted siempre diciendo las cosas como le da la gana.
– Si, pero yo quiero decir “la vía”. ¡¿No ve que se nos está cayendo la vía y sin que las autoridades hagan algo?!
– ¡Si pues! El domingo hicieron asustar con eso de que se ha cuarteado media carretera en el sector de San Jorge y que no había paso. Y yo que andaba por el otro lado, en Patate, recogiendo unas cuantas mandarinas.
– ¡Ele! ¡¿Para que va a otro lado a recoger mandarinas?! ¡Qué más mandarina que usted mismo! Jeje.
– ¡Acaso que yo soy patateño! Y no soy ningún mandarina… Soy complaciente con mi mujercita, que es diferente.
– O sea mandarina dulce. Bueno, el caso es que nuestro prefecto ha ido a hacer un recorrido in situ; y él, como ya es un experto en detectar las fallas de la administración anterior, dice que ha detectado tres fallas en la vía que nos podrían dejar incomunicados.
– ¡Ele! ¡¿Y para qué ha ido a hacer un recorrido ahícito?! Si el problema está más allá, en el lado de Tungurahua.
– ¡Cómo será usted de iletrado que no entiende palabras técnicas! No dije “ahícito”, dije “in situ”; ósea, que ha hecho un recorrido por el sitio mismo de los hechos. Así sea del lado de Tungurahua, pero los afectados somos nosotros.
– ¡¿Y qué ha sacado con ir in-situ y soli-tu?! Si la competencia del cuidado y mantenimiento de esa vía es del MTOP?
– Por eso mismo, dice que les ha invitado a las autoridades del MTOP de Pastaza y nadie ha llegado, que ha invitado a los MTOP de Tungurahua y peor, que han brillado con la ausencia; que le a oficiado al mismísimo ministro del MTOP y… ¡Naranjas!
– ¡¿Y ahora?!
– Ahora parece que le va a tocar invitar al pueblo para hacer una minga y arreglar con nuestras propias manos. Yo por eso busco esa canción para cantar: “Se nos va la vía y sin que nadie haga algo…”
– Eso sí, compadre, era que le diga al prefecto que mejor se siente a esperar para no cansarse. ¿No ve que el MTOP de Pastaza camina con diésel? Que si le invita hoy llega en tres días. Y el MTOP de Tungurahua… ¡Ellos peor! Nunca van a llegar porque no les interesa,
– ¡Claro pues! Si en ocasiones anteriores, cuando había derrumbes, ha sido la maquinaria de Pastaza la que ha ido a limpiar la vía.
– ¿No dizque que el alcalde de Baños ha llegado como quién dice a sacar la cabeza? Él también hecho el preocupado diciendo algo habrá que hacer, puesto que ya se avecina un nuevo feriado y Pastaza no puede quedar incomunicada.
– Lo que se avecina es el vecino, hecho nomás el preocupado, pero de dientes pa afuera. Porque bien sabido es que, si por Baños fuera, mejor que el turismo quede solo allá.
– Tiene toda la boca llena de razón, compadrito. Si allá en Baños, ahora, hasta las casas son hoteles.
Si las familias ponen en sus salas o en sus cocinas un colchón al piso y un letrero que dice: “Se brinda hospedaje” y ya. ¡A eso dizque le llaman turismo familiar! Mientras que nuestros hoteles por acá esperando que alguien caiga.
– Pero bueno, conmpadre, ¿y entonces? ¿En qué quedaron?
– En eso pues compadre, que ante la falta de interés y respuesta del MTOP, convocan a una gran minga para el próximo lunes para arreglar las fallas en la vía por nuestra propia cuenta.
– Entonces, antes que buscar discos del Puma, mejor busque esa canción bonita que dice: “Ya viene para ram pam pam, la Minga para ram pam pam…” Y vamos pa la minga, compadre…
– Vaya nomás compadre, vaya. Pero irá llevando su propio cucayo, como el prefecto es bien economista, vaya a morir del hambre, jeje.