Por: Guido Calderón
Gramado en Río Grande do Sul, tiene su temporada alta cuando todos los demás destinos de Brasil están en temporada baja. ¿Cómo logran sus Empresarios y Autoridades, atraer más turistas cuando hace frío, llueve, hay tormentas e incluso cae nieve? Algo que se piensa imposible en el país con la mayor cantidad de selva amazónica.
La respuesta es: el Chocolate … y FESTURIS, la feria que convierte a esta ciudad en el mes de noviembre, en el epicentro del turismo mundial B2B por ya 35 años; este 2023 con la presencia de 15.000 visitantes profesionales, 400 stands, 2.700 marcas, más de 40 destinos mundiales y 27.000 metros cuadrados de superficie.
Gramado inventó la «Navidad más Grande del Mundo» con calles sonorizadas con villancicos, muchas fábricas de chocolate artesanal, adornos navideños de todos los tamaños y shows espectaculares, que convocan familias y parejas de todo el planeta, que caminan abrazadas por sus calles, disfrutando de las fragancias de sus flores que abundan y colorean la ciudad. Con apenas 30.000 habitantes, Gramado ya superó los 7 millones de turistas.
Obviamente hay infinidad de atracciones, museos, parques temáticos, una de las mejores gastronomías del mundo producto de la fusión de la cocina traída por los colonos italianos y los productos brasileros, seguridad, limpieza, shows gigantescos y espectaculares, una planta hotelera que cada año se supera: este 2023 se abrió el Hotel del Chocolate y una eficiente organización general, producto de la armonización entre empresa pública y privada, algo difícil de ver en otros rincones de Latinoamérica.
Hace 2 meses tuve la fortuna de estar en Montevideo, cuando Marta Rossi y Eduardo Zorzanello, con la amabilidad del ministro de Turismo de Uruguay, Tabaré Viera; presentaban el FESTURIS 2023 con la alegría que les caracteriza, pero sobre todo con las contundentes cifras, que convierten a este evento en la mejor feria para hacer negocios turísticos.
A más de ser un asiduo invitado a FESTURIS siempre tengo la fortuna de encontrarme con Marta y Eduardo en otras ferias, por lo que los siento como la familia ausente, a quienes siempre invito a Baños de Agua Santa y tengo la esperanza de algún día poder devolverles las cortesías y amabilidades que siempre tienen conmigo desde hace 15 años