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La Superintendenta y la pesada carga de estar en el cargo

por Andres Ortega

– ¡¿Qué tal, compadrito Ulbio?! ¡Cómo está el compadre más chévere del mundo!

– ¡Ele! ¡Qué’s pues! ¡¿Me está hablando a mí, compadre Indiscreto?!

– ¡Ele, pues, claro! ¡¿A quién más?! Si usted es el único compadre que tengo.

– Es que me admira esa atención con la que me saluda; algo ha de querer. De plano le advierto que plata no tengo… ¡Y así tuviera! No quiero dejar de ser su amigo y de ganita ganarme un enemigo.

– ¡Pero… ¿Por qué dice eso, compadre?! Si yo siempre le perdono que sea tan bruto, porque soy su amigo y le comprendo.

– Sí, pero, mi finada abuelita solía decir: “presta plata y te ganarás enemigos”. ¡Si, ahora, uno se gana enemigos con su propio dinero! ¡Qué pendejada!

– Tranquilo compadre, no se me esponje; solo quiero pedirle un pequeño favor, pero no se trata de dinero. Solo quería que me preste su camioneta para traer una carguita, es que a mi novia se le ha antojado de cambiar los muebles y me dice que vaya a recogerlos del almacén.

– ¡No, no, no! ¡Eso sí que no, mi compadre! Por más que sea mi mejor amigo. Si yo cuido a mi camioneta más que a mi mujer. Dice la sentencia popular que hay tres cosas en la vida que no se deben hacer: prestar la llave de tu vehículo, meter a un amigo a la casa, porque te quita a tu mujer, y no servir de garante, ni a tu padre, ni a tu madre, ni tu hermano y ni por más amigo que sea.

– ¡Pero, compadre Ulbio! ¡¿Por qué tanto egoísmo?! Después de todos los favores que yo le he hecho.

– ¡¿Y qué favor me ha hecho?! ¡A ver!

– Pues, que ya me ha hecho entrar a su casa y no le he robado a su mujer; jamás le he pedido que sea mi garante y ya solo falta que me preste la camioneta para demostrarle que esa sentencia popular está totalmente equivocada.

– Mire, compadrito Indiscreto; no es que desconfíe de usted… este… bueno, sí un poquito. Es que usted es medio arrebatado y me vaya a chocar o atropellar a alguien. Y después, ¿contra quién cae la justicia? ¡Contra el dueño del carro, pues! O a lo mejor se va por ahí con las nenas y cae en algún operativo y se llevan el carro. ¡Si no le conociera, compadre!

– ¡Vaya, compadre! ¡Para nomás de decir que no! ¡Más el sermón! Si nomás por coger un rato el volante ya dizque voy a matar a alguien. ¡Viejo exagerado!

– ¡Ele! ¡Ya me dijo viejo! Y, ¿dónde quedó lo de “compadre más chévere del mundo”? Solo por el interés ha sido. ¿No ve que la huesuda ahora anda volando bajo? ¿No escuchó lo que dijo la Súper Intendenta en la radio? Que es verdad que nadie sale a matar, pero ya van diez muertos en menos de diez días por accidentes de tránsito. Dijo que ahora han reducido a cero las muertes por hechos violentos, gracias al control de las autoridades, pero ahora ha subido la cifra por muertes en las vías, y por eso es mejor prevenir que lamentar.

– Es verdad, compadre; la intendenta tiene toda la boca llena de razón; choques, accidentes, siniestros y muertos en las vías ahora se han vuelto el pan de cada día. ¡¿Qué nos estará pasando?! ¿será que estamos salados mismo? Que ni bien salimos de una ya pasamos a otra. ¡Ya Puyo parece una ciudad de carros chocones!

– También dijo que ya está cansada de corretear tanto huambra vago; menores de edad que no tienen el control de sus padres y salen los fines de semana, dizque a divertirse, a bailar y tomar y luego cogen los vehículos y a toda velocidad y después tenemos las fatales consecuencias.

– Han de ser esos hijos de papito vecino; que como tienen todo, piensan que pueden hacer lo que les da la gana.

– ¡Esos mismos compadre! Si dice la intendenta que, ni bien los saca de un lado, caen por otro. O esperan que la autoridad se vaya y nuevamente regresan a seguir tomando. Y la pobre intendenta corretea por aquí, corretea por allá… ¡Fuuu! ¡Unos menores de edad más grandes que ella!

– Pero no se les deja. El otro día ha reportado a una señorita hasta que ha tenido que llegar el papá a ver a su hijita, pasar la vergüenza, pedir disculpas y llevar a su hija ya a la madrugada. ¡¿Qué hace una niña a esas horas de la noche en vez de estar durmiendo?!

– ¡Siii! Y que además ya está cansada de cargar borrachos, que es otro de los problemas, con eso del barrido de libadores pasadas las 02:00 sobre todo por la zona de en su barrido de libadores. Principalmente en el barrio El Obrero, que no es su competencia, pero en vista que al Municipio ni le va ni le viene, ella tiene que salir a los operativos por la tranquilidad de la ciudad.

– ¡Pobre intendenta! Tiene que de dormir o hacer control en otras áreas que son de su competencia, tiene que estar arriando borrachos y a luego los accidentes de tránsito.

– Pero esta mini Súperintendenta es de armas tomar. Caso contrario haría como el Municipio que ni le va ni le viene y es mejor dormir que amanecerse cargando a borrachos malcriados.

– Eso sí compadre,  a esta intendenta lo que falta de porte le sobra de voluntad y responsabilidad por hacer bien su trabajo… ¡Chiquita pero berraca! Jeje.

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