Por: Edwin Mosquera G.
En los albures de finales de 1992 e inicios de 1993, el meridiano de Greenwich, conjuntamente con los UTC- 5 Y UTC- 6, adelantando 60 minutos, Sixto Durán Ballén, la persona más longeva en asumir la Presidencia de Ecuador, llevaba en el mandato apenas tres meses cuando pidió a los ecuatorianos incomodarse. El sacrificio, como lo calificó Durán Ballén, consistió en que todas las actividades iniciaran con una hora de anticipación. Por ejemplo, los niños ingresaban a las escuelas a las 07h00. Pero a partir del decreto presidencial del 25 de noviembre de 1992, las clases iniciarían a las 06h00. Esta medida buscaba evitar el racionamiento energético y ahorrar millones de dólares al país.
La historia, ya lo hizo y lo volverá hacer, no hay que inventar el agua tibia, ni presumir lo que se desconoce, hagamos un pequeño análisis de los pro y los contra de la famosa hora de Sixto, lo positivo según análisis fue que se disminuye el consumo eléctrico a nivel país en un 10%, más sin embargo el efecto negativo fue Alteró la rutina diaria de la población, afectó el rendimiento escolar y laboral, generó molestias e incomodidades, ahora bien esta medida se tomó cerca de tres decenios atrás, cuando no había tanta inseguridad, las dependencia de aparatos eléctricos y electrónicos no era importante y el servicio de internet no era ni conocido, a diferencia de la actualidad, que se atraviesa una grave crisis de seguridad del país, y la dependencia absoluta de los medios electrónicos y telemáticos que complicaría en su totalidad la toma de esta decisión.
Haciendo un análisis, los cortes de energía seccionados, afectan al país no solo en el ámbito de la producción sino en el ámbito del servicio público, ya que ahora todo se maneja mediante redes de navegación, es decir al no existir un sistema eléctrico constante se analiza el servicio y en todos los casos cuando existe el fluido eléctrico no se posee el abastecimiento de red web, lo que hace imposible brindar la atención necesaria.
Si bien es cierto la empresa pública ha optado por la adquisición de generadores de energía eléctrica que en algo menguan la actividad de sus empresas, más, sin embargo, no se puede optar esta solución a las entidades públicas, porque se estaría hablando de tener luz, pero no servicio web, o sea la misma mierda.
Hay que reconocer que las consecuencias que se están viviendo en la actualidad, obedecen a la desatención y falta de mantenimiento de la matriz energética del País, y no como dijo el bobo aquel, que se apostado a las hidroeléctricas no teniendo en consideración el calentamiento global, a lo largo de la historia de la política esto ha sido un comportamiento típico de los mandatarios en dejar abandonado o menospreciar las obras de sus predecesores, no entendiendo que las construcciones no son para un periodo si no que cumplen un propósito.
La opción es hacer un análisis profundo y estableces una declaratoria de emergencia energética, suspendiendo las actividades y todos los plazos y términos por un tiempo específico, mas no con soluciones parches, no todos tenemos la capacidad económica para adquirir una planta generadora de luz o peor aún mantener una barcaza a las orillas de las fábricas para poder auto suministrarnos un servicio básico, obligación del estado para con sus mandantes.
Las desgracias nunca vienen solas, dice el refrán popular, y ahora resulta que en el cabildo de la hermandad las remuneraciones son un favor que se hace a los trabajadores y como no hay la platita no se les va a pagar, porque a inicio de año ya se hicieron los adelantos de sueldo y para la prole no alcanzó. Chin, chin, un aplauso a la gestión