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Turismo y periodismo

por Andres Ortega

Por: Guido Calderón

El periodismo, entendido como el ejercicio de informar con objetividad y profundidad, ha experimentado un deterioro significativo en España. Este declive ha llevado a que los medios de comunicación españoles adopten dinámicas cada vez más parecidas a la prensa de América del Sur, caracterizada por su alineación con los partidos gobernantes y la falta de análisis crítico equilibrado. En lugar de ejercer una función fiscalizadora real, los medios han adoptado una postura de ataque sistemático hacia los adversarios políticos del poder de turno.

Uno de los ejemplos más notorios es la cobertura que ha recibido Donald Trump en la prensa española, desde el inicio de su campaña, medios de comunicación influyentes en España han atacado y descalificado a su persona más que a sus políticas o su impacto en la geopolítica mundial. Este fenómeno se repite constantemente: la construcción de narrativas simplistas en las que ciertos personajes son demonizados, mientras que otros, más afines a la línea editorial del medio, son protegidos.

La polarización ideológica de los medios, degrada las noticias, tanto en España como en Sudamérica y especialmente en Ecuador. Los titulares están dominados por temas irrelevantes o sensacionalistas. La violencia y la tragedia ocupan espacios privilegiados en la agenda informativa para captar audiencias. Vivimos la transformación de delincuentes, criminales y políticos corruptos, en actores sociales con presencia mediática constante, contribuyendo a la normalización del crimen y la violencia.

Este periodismo ha tenido un impacto negativo en el turismo de Sudamérica y Ecuador, ya que los medios se enfocan en resaltar la inseguridad, las tragedias y los problemas sociales, en lugar de promover las riquezas culturales y naturales de la región. La constante exposición de hechos delictivos y crisis políticas genera una percepción de peligro que disuade a los potenciales visitantes. Como resultado, los ingresos del sector turístico caen, afectando a miles de familias y negocios que dependen de esta industria.

En cambio, en España, a pesar del sesgo y la polarización de su prensa, los medios sí dedican espacios importantes a la promoción del turismo. Se destacan destinos, eventos culturales y gastronomía, contribuyendo a fortalecer la imagen del país como un destino atractivo. Este enfoque permite que el turismo siga siendo un pilar económico fundamental, incluso en tiempos de crisis política.

En el caso de Ecuador y otros países sudamericanos, la prensa ha jugado un papel clave en la legitimación de figuras políticas que han acumulado grandes fortunas gracias al acceso a los recursos del Estado, convirtiéndolos en protagonistas de la información.

En conclusión, el periodismo en España ha adoptado el modelo sudamericano, caracterizado por la falta de independencia, la espectacularización de la noticia y la instrumentalización de la información con fines políticos. Sin embargo, la gran diferencia radica en que los medios españoles mantienen grandes espacios y un enfoque positivo hacia el turismo, lo que le permite seguir atrayendo visitantes y fortaleciendo su economía.

Mientras tanto en Ecuador, la prensa en su mayoría contribuye a la desvalorización del sector turístico, al negarle espacios, al no haber medios ni periodistas especializados y enfocarse mayoritariamente en noticias negativas, impidiendo el desarrollo de una industria que de haber podido ser un motor para el crecimiento económico y el bienestar social, hoy agoniza ante la mirada impávida de los gobernantes.

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