– ¡Ele! ¡Qué’s pues! Oiga, compadre Indiscreto, usted sí que está cada día más rayado el mate… ¡¿Y ahora?! ¡¿Qué hace allí rayando la pared?! ¡¿No ve que ahora es prohibido rayar las paredes?! ¡Le van a meter preso!
– ¡Ningún rayando la pared! Estoy señalizando, que es muy diferente. Vea bien, compadre Ulbio, antes de ponerse a criticar.
– ¡¿Señalizando?! ¡¿Qué pues?!
– Señalizando el acceso hacia el coliseo Roberto Basurí, donde va a realizarse la ceremonia de cambio de mando del nuevo consejo de gobierno de la CONAIE; que tenemos el orgullo que sea aquí, en nuestra ciudad.
– ¡Ele! ¿Aquí irá a ser! – Pues, claro que sí. Y va a venir mucha gente de todos lados: Costa, Sierra y Amazonía; y que no conoce donde queda el coliseo Roberto Basurí y por eso estoy señalizando.
– ¿Y cuál es pues el coliseo Roberto Basurí? Que ni yo mismo he conocido.
– ¡¿Ya ve?! Si usted siendo de aquí mismo no conoce, ¡imagínese los que vienen de otras provincias! Así se llama el coliseo de la Federación Deportiva de Pastaza, más conocido como el “Pabellón de los Deportes”.
– ¡Ahhh! ¡Así ha de decir, pues compadre! En cristiano. Y, ¿para eso está usted manchando la pared?
– ¡Que no estoy manchando, caramba! ¿Que parte de “no estoy manchando” no entiende. Se llama “señalizar”. Además, esto es un adhesivo que solo se pega y luego se quita; el rodillo es para afirmar bien hacia la pared para que coja la goma. A veces por falta de señalética suceden las cosas… ¿No ve ese accidente en la vuelta automovilística al Ecuador? Dos fallecidos, dicen por falta de señalización.
– ¡Pero eso ya no es necesario! ¡Ya modernícese compadre! Usted también, a la antigua. ¿No ve que ahora se llega a cualquier lugar por medio de GPS; solo se manda la ubicación y cada quien en sus dispositivos abre la aplicación y hasta una señorita le va cantando por dónde tiene que ir y nadie se pierde.
– ¡Ahhh! ¿O sea que está desvalorizando mi trabajo y las flechitas que estoy poniendo?
– Por fin se le ha ocurrido algo bueno o ¿cuánto le pagaron? Porque gratis no ha de estar haciendo, gastando material, tiempo y todo.
– ¡¿Me cree tan materialista?! ¡Para usted todo es plata! Uno no puede ser comedido y hacer algo bueno por la comunidad; en este caso por nuestros hermanos de las nacionalidades. Usted no me conoce compadre, mejor calle y siga por donde vino.
– Bueno, compadre, no se enoje, no es para tanto. Oiga, que bueno que el Marlon Vargas, haya pensado, en venir a Puyo a hacer el cambio de mando, como buen amazónico. Eso si es digno de resaltar.
– ¡Ah! ¡Eso sí! Él ha pensado recibir el bastón de mando en su tierra, con su gente, con los que le dieron la victoria, las nacionalidades amazónicas. Además, aquí es la sede de la Confeniae, aquí nació el primer movimiento indígena organizado a través de la OPIP, de aquí salió la primera marcha nacional que hizo temblar al gobierno nacional, desde aquí se han confabulado las grandes conquistas del movimiento indígena hasta ser reconocido el Ecuador como un estado plurinacional. Es decir, esto tiene mucha historia compadre.
– Bien dicho, compadre. Marlon quiere dar ese mensaje de ser el continuador de ese espíritu de guerrero, de ese gran legado. La lucha continúa y al recibir el mando también quiere ser investido con el espíritu de sus ancestros y de los dioses de la selva; con el alma del jaguar, el águila y la serpiente, que le darán la fuerza para hacer un buen trabajo y no caer en las garras de Noboa.
– Sí, la ceremonia va a estar muy bonita compadre; con danzas, ritos de la selva, el sonar de los tambores, la investidura y todo lo demás. Una nueva historia se escribe una vez más desde nuestra Amazonía.
– Ojalá que un poco del espíritu de los dioses y, sobre todo, la sabiduría de los ancestros le salpique también a usted, que mucha falta le hace, jeje.
– ¡¿Qué me está tratando de querer insinuar?! ¡Empezó, compadre! Bien estábamos conversando.
– Ojalá que les salpique también a ciertas autoridades locales que, me imagino, también estarán presentes como invitadas.
– Ya solo falta que le salpique a usted también, mejor vendrá
– Si voy a venir, y no por lo que usted dice, sino porque Marlon es mi pana, mi yunta, amigo, compañero, parcero y camarada.
– Ya, ya, ya, ahora todos han de ser panas