Inicio Entretenimiento Ahora todos aman a Veracruz

Ahora todos aman a Veracruz

por Andres Ortega

– ¡Compadre Indiscreto! ¡Salga! Vamos a Veracruz a dar un paseíto, le invito.
– ¡¿Qué, compadre Ulbio?! Se va a invitar a los helados, las fritadas ¿o qué compadre? Con lo coño que es, no lo creo. Si, como dicen por ahí, que usted no come atún por no desperdiciar la lata, jeje.
– ¡Que barbaridad, compadre! ¡Usted solo en comer piensa! ¡Está como está y más comida quiere! ¿No ha oído la frase de Marx que dice que “no solo de pan vive el hombre”?
– ¡¿Marx?! ¡Jajajaja! No sabe y se mete. Eso dijo Jesús, y está en la Sagrada Escritura. ¿Para qué confunde? Si no sabe, mejor quede callado, que calladito se lo ve más bonito, jeje.
– Bueno, compadre; Marx o Jesús, los dos son revolucionarios, los dos son socialistas.
– Ahí si ya la embarró peor compadre. ¿Cómo va a decir Socialista a Nuestro Señor Jesucristo? ¡Eso es una blasfemia! Respete, por favor.
– ¿No que él también defendió a los pobres? ¿No fue Jesús el que dijo que difícilmente un rico entrará en el reino de los cielos? ¿no fue él quien dijo al que tiene hambre denle ustedes de comer? ¡¿Entonces?!
– Bueno, bueno, mejor no nos metamos en temas religiosos que vamos a terminar mal parqueados. Aquí la pregunta es: ¿Para qué me quiere llevar a Veracruz? ¿A qué vamos?
– Vamos a recrear la vista pues compadre, vamos a ver hermosas guambras chirisiques en el Festival de los Cuerpos Pintados.
– Ah, yo pensé que me iba a decir que vamos a recrear la vista en ese hermoso parque que han hecho, que más que un simple parque es un verdadero atractivo turístico.
– ¡Ah! ¡También, compadre! De paso nos tomamos unas fotos en el nuevo parque, ¿no ve que allí mismo van a ser los cuerpos pintados? A propósito del parque, ahora todo mundo le felicita al alcalde por lo hermoso que le quedó.
– ¡Al fin ha hecho algo bueno! Porque en la plaza roja se jaló las cuadras… ¡Más el costo para una pendejada de obra que hace quedar mal a la ciudad! Allí si nadie dice “esta obra es mía”.
– En el parque de Veracruz, viera compadre, hasta se pelean por llevarse los méritos. El constructor,  el arquitecto Narváez, ya salió a sacar pecho y a decir: “este es mi trabajo, esta es mi obra, este es mi aporte por amor a mi tierra”.
-Así es compadre, pero el presidente del GAD Parroquial, salió a refutar: “¡Qué constructor ni que nada! Aquí el mérito es de quién hizo la gestión, o sea yo. Yo luché por ese parque que estaba abandonado por más de diez años y nadie hacía nada, yo lo logré, yo conseguí la plata…”. Yo, yo y yo. ¡Más alabancioso que ha sido, viera! Ya he de querer la reelección.
– Ayer le escuché en cambio al mentalizador de la obra, al que ha hecho el diseño del parque, al que ha tenido la ideota, que también salió a darse un baño de popularidad y decir: “El mérito es mío, porque yo tuve la idea, yo hice que esto vaya así y asado, yo coordiné todo tan bonito como ha quedado”… ¡Claro! Como dizque también quiere ser candidato a alcalde; entonces dice “esa es mi visión de futuro, sueño con una ciudad más moderna, futurista y planificada”.
– ¡Ele! ¡No faltaba más! Que hasta los candidatos salgan a adueñarse de la obra. Ya me imagino que el alcalde este sábado, que es la inauguración, va a decir lo mismo: como está también de candidato, va a aprovechar para mandar una indirecta y decir, no solo de “asfaltos” vive la provincia, sino también obras como esta, que potencien el turismo, que es nuestro norte, nuestro horizonte. Por eso voten por mí, jeje.
– Bueno; diga usted, compadre, ¿a quién será de darle el mérito entonces? Al alcalde por poner la plata, al constructor que hizo el trabajo, al presidente del GAD que hizo la gestión o, al arquitecto que hizo el diseño, o… ¡¿A quién mismo?!  
– ¡Chuta, compadre! Ahí si que no sé. Como usted dice, por la plaza roja nadie salió a dar la cara; al ver ese disparate que les quedó, no salió ni alcalde, ni contratista, ni diseñador, ni el fiscalizador. Nadie dijo “esta obra es mía” ante la lluvia de críticas que les llegó de todos lados.
– ¡El mérito es del pueblo, pues compadre! ¡No sea zonzo! Las obras son del pueblo y para el pueblo, se lo merece. Cuando las obras se hacen bien el pueblo les felicita y cuando se hacen mal es el mismo pueblo quien juzga y condena. Los demás son solo interesados que dependen del dinero de todos nosotros, que somos el pueblo.
– ¡Compadre! ¡Usted sí que le atina! Tiene toda la boca llena de razón; aquí que nadie salga a llevarse el mérito, el pueblo es el mandante, el pueblo es el único soberano, el pueblo es todo, a él sea el honor y la gloria y a nuestro señor Jesucristo, por los siglos de los siglos. Amén.

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y el manejo de sus datos por parte de este sitio web.