¿Debemos conformarnos con vivir gobernados por autoridades lejanas que poco o nada se preocupan por Palora? ¿O debemos dar un grito de independencia y retomar la iniciativa de anexarnos a Pastaza? ¿O más bien ser otra provincia?
Palora más de cincuenta años trabajando por ser grande, y lamentablemente hasta hoy no se ha visto otro signo de progreso sostenible, más que la fruta de la Pitahaya.
Gracias a los asfaltos y puente, tan cuestionados nos hemos acercado más hasta nuestra cabecera provincial; pero no es la distancia, sino el de apoyo de las autoridades provinciales, lo que realmente hace falta.
Desde hace años atrás el 80% de las gestiones se las hacía en Pastaza y hoy por hoy seguimos siendo más hijos de Pastaza, que de Morona Santiago.
En cuanto a los servicios que brinca la Corporación de Telecomunicaciones y Empresa Eléctrica, pertenecemos a Pastaza. Hasta en las oraciones, muchas de las veces, la gente ora, por el Vicariato Apostólico de Puyo; a esto se suma la poca atención que hemos tenido de las autoridades de Morona Santiago.
Ha pasado más de un período, realizando festines con el cuento de que se hará el asfalto hacia Arapicos; hasta hoy se mira con mucha preocupación la lenta actividad de quienes están trabajando en este proyecto, que ya no nos acordamos hace cuantos años empezó y peor aun cuando terminará, al paso que caminan.
Es que han cogido la costumbre de que cuando estamos en campaña, vienen a ofrecer el oro y el moro, pero luego, lo que dan son “naranjas”; es decir nada. Y es que somos un cantón pequeño que electoralmente no les significa la gran cosa, razón por la que según sus cálculos matemático – políticos no es muy relevante servirle a Palora.
El respeto y el aprecio sincero para la querida provincia de Morona Santiago; pero en este punto debemos hacernos un cuestionamiento: ¿Podemos vivir solo de ofrecimientos y de pasiones? ¿Qué porque hemos nacido en Morona Santiago debemos siempre estar bajo la voluntad de quienes nos han gobernado, pensando que la provincia es del rio Pastaza para allá y así sometidos a su voluntad? ¿O debemos dar un grito de independencia y retomar una vez más la iniciativa de anexarnos a Pastaza? ¿O más bien ser otra provincia? Es que en realidad la extensión territorial de Morona Santiago es grande y tiene muchos cantones. Por ello, es muy difícil para alcanzar el desarrollo tan anhelado.
Algún ciudadano seguramente dirá “al que no le gusta, que se vaya a vivir en Pastaza”; pues no es así, debemos despojarnos de sentimentalismos y pensar únicamente en el desarrollo de Palora y analizar qué es lo que más conveniente. Aquí juegan un papel fundamental nuestras autoridades, legisladores y el pueblo en general quienes debemos levantar nuestra voz, y realizar un estudio pormenorizado para saber qué es lo mejor: ¿Esperar otros 50 años, para que nos hagan otro puente? ¿O ser parte de la misma Patria, pero hijos de otra provincia donde tienen pocos cantones, por lo que será más fácil distribuir los recursos?
Pensemos con cabeza fría, en las futuras generaciones; ósea por lógica al Puyo hacemos 50 minutos, a Macas hacemos 90 minutos. Cuando necesitamos hacer un trámite a una Coordinación Zonal de Estado, ir a Cuenca, se tarda 7 horas, mientras que a Ambato 3 horas. La parroquia Cumandá para salir a hacer gestiones a Macas, tarda 2 horas, mientras que a Puyo le separa solo media hora. La lógica es clara, la pregunta es: ¿Existirá la voluntad de las autoridades y el propio pueblo?