Si en campaña hubiesen proclamado que es la mejor opción para elegir un desgobierno no lo creeríamos pero resultaron a pedir de boca. Demagogia de la mejor cuando nos ofrecieron doscientos cincuenta mil empleos por año, programas sociales de vivienda al por mayor, servicios de salud nunca vistos en la patria, seguridad ciudadana a la enésima potencia, apoyo a la empresa privada como nunca, apertura franca para la inversión externa, funcionarios probos por doquier y junto con el respeto a la independencia de las funciones todo encontraría su adecuado momento.
Que soñadores fueron los que votaron por el binomio que daba continuidad a la decadencia de la que venían precedidos, nos timaron, nos robaron la elección y después el candidato a quién perjudicaron les tendió la mano en un acuerdo legislativo del cual conseguirán lo que buscaron al pactar con el lobo vestido de oveja, Lasso y los suyos están cosechando lo que merecen por tan brillante asociatividad que les pasará factura en su próxima intentona electoral.
La mesa electoral está tendida y nadie sabe para quién trabajará en las elecciones del 2021, hay muchas bolas de quien será el beneficiario del despelote porque los más hábiles zorros electoreros están orondos en el CNE fraguando el apagón si es necesario. Mientras tanto estupefactos miramos como se roba, se mata, se incendia, se burla de la Policía y Fuerzas Armadas constituyéndose en el supremo mal ejemplo para que cualquier desaprensivo se tome a pecho de que puede atacar a la autoridad de tránsito o a los municipales que deben velar por el orden en calles y mercados sin recibir la sanción adecuada a sus actos.
Más bien delincuentes y transgresores serán auspiciados por la Defensoría del Pueblo de tan deplorable proceder reciente y los ministros del frente político como el avestruz procurando mejor que nunca el total desgobierno del que gozamos.