Es cierta la tasa preocupante de suicidios especial en la juventud que de manera alarmante se ha incrementado en el centro del país y como foco intenso en Tungurahua. Los analistas sociales deberían emprender un estudio que profundice detectar las causales para que las cifras se hayan elevado en los distintos sectores, considero que deben participar en el análisis técnicos sociales en escuelas y colegios e inclusive las universidades para obtener no solo una radiografía del problema sino que identificadas las causales se acometa en las soluciones conjuntas de autoridades y sociedad civil para desterrar del ideario social que esto no es la solución para nadie y para nada.
En lo personal considero que la presión social imperante de dar mayor importancia al tener antes que el Ser viene siendo la causa imperante de lo que sucede a la humanidad moderna. Indudablemente que el adelanto tecnológico conlleva a pretender estar a la moda con las ayudas que esto representa para facilitar nuestras tareas diarias, un mejor automóvil, un mejor celular, una mejor laptop, una nueva Tablet, o cualquier instrumento de vanguardia son deseables sin duda, pero el hecho de alcanzarlos no implica entrar en una espiral de desesperación y ansiedad por poseerlos y entrar en la inexplicable codicia de no medir las consecuencias que afectan a la salud y la vida propias.
Si estuviéramos conscientes de que en nuestro corazón albergamos la Llama Crística Transmutadora no daríamos cabida a pensamientos ni acciones que causen el deterioro de nuestra felicidad que significa estar bajo la égida del Amor Incondicional que nos trajo a esta incomparable aventura de vivir.
Inclusive podemos creer que somos agnósticos (no creer en Dios) pero no escapamos de sentir en nuestro interior una energía que late por la Presencia del Gran Hacedor y al sentirlo no caeríamos nunca en depresión ni soledad.