– ¡Otra vez ese maldito virus, compadre Ulbio!
– ¿Cuál virus?… ¡¿El coronavirus, compadre Indiscreto?!
– ¡Coronavirus, coronavirus!… ¡Yo no sé qué corona tiene ese virus que arman tanto alboroto!
– ¿Entonces… el VIH?
– Bueno, ese está más parecido al que me refiero: Ve y hache paro… o mejor: Volqueteros Inconformes con Honorarios…
– ¡Pero… ¿De qué rayos está hablando, compadre Indiscreto?!
– Pues, estoy hablando del virus del paro, lógicamente; que otra vez anda rondando por aquí…
– ¡¿Virus del paro?!… ¡¿Habrá pues ese virus?!
– ¡Claro pues, compadre!… Y el primer afectado en nuestra provincia ha sido el Edu Toktaquisa.
– ¡¿El Eduardo?!… ¿Y qué síntomas presenta?
– Deseos incontenibles de paralizar la provincia…
– ¡Ele!… ¡Chuta!… ¿Cómo está eso, compadre?
– Como sabrá usted, compadrito, los virus aprovechan para atacar al humano cuando nuestro organismo está bajo en defensas.
– Bueno, así debe ser… Pero… ¿Eso qué tiene que ver?
– Tiene que ver que nuestros amigos los volqueteros se quejan porque les están pagando muy poco…
– ¡¿Muy poco dice?!… ¡Pero, si son caros los volqueteros!
– ¡No pues compadre! ¡Ya está usted otra vez entendiendo mal las cosas! Yo no estoy hablando de los volqueteros que disfrutamos cada viernes en El Obrero…
– ¿Entonces, compadre?
– Yo estoy hablando de nuestros amigos los propietarios de volquetes, que prestan sus servicios a las distintas instituciones del Estado.
– ¡Ah ya!… Pero, ¿qué tiene que ver eso con la enfermedad del Eduardo?
– Pues como dicen que el GAD Provincial y otras entidades se niegan a pagarles el precio justo por su labor, entonces no les alcanza…
– Pero, ¿qué tiene que ver eso con el virus?
– ¡Cómo que qué tiene que ver!… ¡Que no ve que si les pagan poco sus defensas están bajas!
– ¡Aaaaaaah! Yan entendí; entonces por eso les ha atacado ese virus.
– ¡Ya era hora compadre!… Por eso los muchachos de la Unión de Transporte Pesado de Pastaza se han contagiado del virus y han convocado a un paro provincial…
– ¡Chuta!… ¡Eso sí que está bien jodido, compadre!
– ¡Nooo! Más jodido está que los de la Cámara de Transporte Pesado en cambio no apoyan ese paro…
– ¡¿Y cómo así ah?!… ¡¿No apoyan a sus colegas?!
– No, porque dicen que ellos ya están vacunados; así que con cabeza fría dicen que prefieren primero dialogar con las autoridades, llegar a acuerdos, antes que tomar medidas de hecho.
– Eso quiere decir que nuestros amigos transportistas están desunidos…
– Así es compadre, y usted sabe que si no hay unión no hay fuerza, por lo tanto están bajas las defensas… Por eso dicen: “¡Qué corona tiene el señor Toktaquisa para andar convocando a paros!”
– Jejeje… Igualito que el virus corona ese… ¡Qué corona tiene!
– Bueno, ellos sí tienen corona, mi estimado Ulbio.
– ¿Serio?… ¡¿Y qué corona pues, compadre?!
– La corona de la indignación, a la que todo ciudadano que ve afectado sus intereses tiene derecho.
– Bueno, si se les está pagando muy poco entonces es justo su reclamo… Pero… ¡¿Y los otros?! ¡¿Por qué no se unen?!… ¡¿Acaso a ellos sí les están pagando bien o qué mismo?!
– Lo que pasa, compadre, es que el problema es muy complejo; ya que el parque automotor en esta área ha crecido bastante en los últimos años, y por ende ha aumentado la competencia y de ahí surgen las distintas dificultades que tiene este gremio.
– Claro, algunos estarán trabajando para particulares y no para las instituciones.
– ¿Ve, compadrito? Yo sí digo, usted sí piensa cuando hace un esfuerzo; pero, para que las defensas no estén bajas y no nos ataque ningún virus, por más coronas que tenga, debemos estar bien alimentados. ¡Así que vamos a nuestro consabido volquetero de cada viernes!
– Vamos pues compadre, y de pasito le llevamos al Eduardo, a ver si con eso se cura.