– ¡Hoy es un día maravilloso! ¡Estamos de fiesta, compadre Ulbio!
– ¡¿Y cómo así, compadre Indiscreto?!… ¡¿Acaso ya se acabó la pandemia?!
– Bueno… Lamentablemente ninguna de las dos pandemias ha terminado todavía.
– ¡¿Dos pandemias?! ¡Ele, que’s pues! ¡¿Ya asomaría otra pandemia?!
– ¡Cuál otra pandemia, compadre! Solo hay dos: la del coronavirus y la de la corrupción, y ninguna de las dos se ha terminado…
– Ah, compadre… Usted se refería a eso… ¿Y por qué entonces estamos de fiesta?
– Porque hoy es el baby shower del señor Alcalde…
– ¡¿Baby shower dice?!… ¡¿Acaso el señor Alcalde va a tener un bebé?!
– Más o menos; no va a tener un bebé de carne y hueso sino de asfalto. En otras palabras, va a tener su primera obrita, el asfaltado en el barrio Santo Domingo.
– ¡Ya era hora, compadrito! Que la nueva administración empiece a dar a luz obras.
– Lo malo, compadre, es que la guagua obra va a salir trecemesina; porque ya trece meses en el cargo y recién se anuncia este primer acontecimiento… Hasta ya creía yo que la administración era estéril o que le hacía falta un poco de viagra.
– Así es, compadre; desde el año anterior que se anunció la remodelación de la plaza México y naranjas hasta ahora…
– Lo que pasa compadre es que el año anterior pasó muy rápido, que ni tiempo le dio al señor Alcalde de hacer obras.
– ¡Cuál rápido, compadre! ¡Si todos los años son iguales!
– No compaddre, no todos los años son iguales; al menos este año no se parece a ningún otro; además es año bisiesto.
– ¡Bisiesto! ¡¿Y eso qué tiene que ver?!
– ¿No entiende usted compadre? Bisiesto viene de “bi” que quiere decir doble y “siesto”, o sea doble siesta; por eso nos hemos pasado ya casi tres meses de siesta… Además, si es plaza México; pues que la arregle el López Obrador.
– Y anunció la remodelación de la parada reina Cumandá y nada de nada…
– ¿Y qué tiene?… Parada mismo está la reina Cumandá…
– También anunció la remodelación del parque de las palomas muertas, compadre, y nanay…
– No le dije. Compadre; viagra mismo hace falta; sobre todo para eso de las palomas muertas.
– Pero también hay que comprender que hemos pasado en cuarentena…
– Eso sí, y nuestros municipales resultaron tan precavidos que empezaron la cuarentena mucho antes de que apareciera el coronavirus en China.
– Bueno; por lo menos ya van a empezar a asfaltar el barrio dominicano.
– Pero… ni tanto, compadre; porque en principio van a entretenerse en los bordillos, hasta que esté listo el contratillo, que ojalá no sea un negocillo.
– Mejor que la próxima vez anuncien cuando ya vayan a entregar una obra, y no solo para dar una palada de tierra y la fotito para los medios…
– Pero el anuncio más certero ha sido el de que quieren encarcelar a la señora Gobernadora.
– ¡¿Encarcelar a la Gobernadora?! ¡Ele!… ¡¿Y por qué pues?!
– Porque le están exigiendo que entregue el cuerpo del dirigente indígena de Kumay, fallecido en el hospital de Shell y que por protocolo lo enterraron quién sabe donde!!!
– ¡Chuta, compadre! ¡Eso sí que está bien jodido!
– Así es, compadrito; porque los moradores de Kumay ya han puesto la denuncia en la Fiscalía por discriminación racial y hurto de cadáver.
– Vaya pues, compadre… ¿Y para que se mete la Gobernadora a andar de enterradora.
– Siguiendo el ejemplo del Gobierno Nacional, pues compadre…
– ¡¿Del Gobierno Nacional?! ¡¿Y cómo así ah?!
– No ve que este gobierno está enterrando a nuestro país, y lo peor de todo es que no está enterrando a todos los ecuatorianos así no tengamos el coronavirus.
– Ay pues, compadre; en dónde mismo irá a parar todo esto que está pasando. Bueno, yo mejor me retiro, tengo que irme a la casa.
– ¿Y cómo así se alza tan temprano, compadrito?
– Ah, lo que pasa es que mi mujer está tomando clases de canto y tengo que ir a abrir puertas y ventanas.
– ¿Y eso para qué?
– Es que vayan a creer los vecinos que le estoy pegando…
– En ese caso vaya nomás, compadrito Ulbio, y no olvide los tapones para los oídos.