Ha permanecido de pie, como testigo mudo del paso de los años, podría ser considerado como monumento al desperdicio de recursos, un ejemplo de lo que no debe pasar en un país pobre. Es el teleférico de Mera que, tras su levantamiento e instalación, nunca fue ocupado. Los años han pasado y es el anhelo de muchos habitantes, buscar la forma de sacarle algún provecho.
Ese criterio lo sostiene, Mery Santamaría, ciudadana de Mera que, junto a otras personas, mantienen la confianza, en la actual administración municipal, que se ha expresado abierto a apoyarles, para que por fin puedan aprovechar positivamente la infraestructura que bien puede ser utilizada, en proyectos turístico de diferente índole.
Para el efecto, están haciendo mingas de limpieza y pronto empezarán a arreglar las instalaciones eléctricas. De esta manera buscan salir adelante con sus propias fuerzas, lo más pronto posible. Hay gente que de solo de ver las tareas la limpieza, están llegando a preguntar y desean que les atiendan.
Considera que, concluidas las tareas de adecuación, inmediatamente pueden instalar un mirador, local de cafetería y bocaditos, venta de artesanías e información de los emprendimientos que existen en el cantón Mera y la provincia de Pastaza. Están con toda la intención de trabajar con dignidad.
Miran al 15 de agosto, como fecha tentativa para arrancar, observando todas las medidas de bioseguridad porque están conscientes que aún está latente el peligro de contagio del virus que azota a la humanidad entera (GT).