Inicio Entretenimiento A pasito de tortuga llegaremos… pero no sabemos cuándo

A pasito de tortuga llegaremos… pero no sabemos cuándo

por Andres Ortega

– ¡Hola mi compadre Indiscreto! ¡Qué gusto verlo! Así, tan alegre, motivado, con una sonrisa a flor de labios.

– ¡Ele! ¿Y de qué se admira, compadre Ulbio? Si yo nací feliz, con espíritu oitimista.

– ¿Será “optimista”?

– Pues será lo que a mí me dé la gana; cada quien está como quiere.

– Bueno, compadre. Yo nada más decía porque apenas le vi desde lejos me dije: “Algo bueno le debe estar pasando a mi compadre”, por esa sonrisa de oreja a oreja.

– Pues, aunque mi sonrisa es cotidiana, natural y diáfana; hoy tiene motivos más que suficientes para iluminar mi faz taciturna…

– ¡Ele! Ya va a empezar a ponerse poético y a hablarme en difícil. Hábleme en cristiano, para que entienda el pueblo.

– Bueno, compadre, lo que pasa es que me venía acordando de un chiste, a propósito de lo que sucede en la política local.

– Y, ¿cuál es ese chiste? Cuente para reírme yo también pues…

– Resulta que una noche estaban todos los animales reunidos tomándose unas copitas, y de pronto se les acaba el trago, y mandan al tigre a que vaya a ver más; pero el tigre no no quiere ir. Entonces le dicen al cocodrilo, pero él responde que ya fue la última vez. Entonces que vaya el mono, que no porque es demasiado inquieto y ha de botar el dinero.

– ¡Chuta! Nadie quiere ir.

– Entonces dice el león: “Les propongo que hagamos un sorteo y al que le caiga la suerte tiene que ir”. Todos están de acuerdo y hacen el sorteo y ¡zas! cae la suerte en la tortuga. “Pues ni modo tortuga, te tocó a ti”, dice el rey león.

– ¡¿Y?! ¿De ahí qué pasó? ¿Compró el trago la tortuga?

– Bueno, salió la tortuga por el trago pero se tardaba mucho en regresar: media hora, una hora, dos horas, tres horas… ¡Y nada de volver la tortuga! Entonces comienzan las críticas: que de gana mandamos a la tortuga, que tortuga lerda, que a lo mejor ya les robó la plata.

– ¿Y de ahí? ¿Qué pasó?

– Que, ya cansados de esperar, el león le dice al mono: “¡Sale a ver si de pronto esa tortuga lenta se asoma por allí!” Entonces sale el mono abre la puerta y la tortuga saca la cabeza y dice: “¡Verán! ¡Si me siguen ablando no me voy!”… je je je.

– ¡Chiii! ¡Ese chiste más viejo que mi suegra, compadre! Y, más que viejo el chiste, agrio; ni ganas dan de reír.

– Sí hace o no hace reír el chis te no es lo importante; lo importante es que nos sirve para ilustrar lo que viene aconteciendo en el quehacer, o más bien dicho en el quenohacer cotidiano de nuestro cantón.

– ¿Y qué tiene que ver un chiste de tortugas en el quenohacer cotidiano de nuestro cantón?

– Pues, por las denuncias que hace un concejal denunciólogo, de las consultorías contratadas por el burgomaestre Oz, ni una ha dado pie con bola; que todas van a paso de tortuga, que ya se va a terminar el periodo y ni siquiera las consultorías han llegado, peor los proyectos para ser ejecutados. Que a este paso mejor que se vaya con todo y consultores ya que no podrá culminar ni una obra en los pocos meses que le quedan.

– Con razón yo me preguntaba qué será de las promesas que hizo; del proyecto de regeneración urbana… ¡Naranjas! Las calles cada día más deterioradas y hasta en las aceras no hay por donde caminar.

– Es que a lo mejor entendimos mal; no ha sido “regeneración” sino “degeneración”.

– Pero… ¡¿Por qué se ponen a contratar consultorías a última hora? Mientras al pueblo nadie le consulta nada para hacer las cosas.

– Según el concejal denunciólogo, la consultoría de la regeneración se contrató en 2019; es decir, a inicios de la administración, pero hasta ahora no ha llegado el informe. ¡¿Cómo van a iniciar las obra, pues?! Si ni la consultoría ha llegado, peor el proyecto. Lo mismo pasa con la consultoría del parque de aguas que se prometió con bombos y platillos; a paso de tortuga el proyecto se le hizo aguas y nada de parque. El proyecto del moderno Camal Municipal que también ofreció, la misma historia, la consultoría a paso de tortuga hasta ahora no llega. Y así con tantos y tantos proyectos. Contratistas lerdos, lentos, mata proyectos y mata alcaldes también, jeje.

– Calle nomás, compadre. Después van a venir de denunciarlo por calumnia, difamación y por sapo jeje. Oiga compadre, y ¿cuál será el interés de estos concejales denunciólogos que recién ahora aparecen con ese cuento de las consultorías que no asoman. ¿Por qué no lo dijeron antes? Pues ellos también estaban perdidos igual que las consultoras… ¿No será que en vista de que se aproxima el periodo electoral quieren quedar de bonitos con el pueblo?

– Ahí si no sé compadre, puede ser que sacrificando al uno quieran otros llevarse la gloria. Aprovechando el pasito de tortuga que la actual administración ha puesto de moda; porque capaz que primero consultaron a la tortuga en vez de consultar al mono o al tigre.

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