– “Carmen se te perdió la chauchita, Carmen, por culpa de Jachero, Carmen, por culpa de Jachero” ….
– ¡Pero… ¿Qué canta pues, compadre Indiscreto?! ¡Usted siempre me sale con cualquier disparate! ¡¿Y ahora?! Todavía dañando la letra de mi canción favorita.
– ¡Pero, es que así sale, compadre Ulbio! Yo nada más celebro con música los acontecimientos.
– ¡Ele! ¡¿Y ahora?! ¡¿Qué ha acontecido, pues?!
– Que se le acabó la chauchita a Carmita Meza, pues. Y dicen las malas lenguas que fue por obra y gracia de don Elías. Entonces cae preciso este bello tema musical.
– ¡¿A Carmita Meza?! ¡¿La que la pusieron en el Mies, luego la sacaron, la volvieron a poner y ahora la sacan otra vez?!
– La mismísima pues, compadre.
– Jajaja… ¡Entonces quedaría mejor la canción del “mete y saca”! Jajaja.
– ¡No pues, compadre! Tampoco nos vamos a poner así de malcriados. ¡Figúrese! Qué van a pensar nuestros lectores. ¡Capaz que hasta nos censuran por indecentes!
– Tiene razón, compadre. Hasta han de pensar que de tanto meter y sacar gente hasta puede estar contagiado con la viruela del mono.
– ¡¿No ve, compadre?! Pero bueno, ya me hizo olvidar lo que estábamos hablando.
– Pues me estaba contando eso de que le han vuelto a sacar a la Carmita.
– ¡Ah ya! ¡Ni diga, compadre! ¡Siendo que ella es la subdirectora de Creo en la provincia! Es decir, la segunda al mando. Me la ponen de patitas a la calle y por segunda ocasión.
– Estos ni siquiera disimulan, cómo se ve que los del partido de gobierno no tocan un pito en su mismo gobierno.
– Así es, compadrito. Aquí el único que toca pitos, trompetas y clarinetes es mi estimado don Elías. Por eso andan diciendo que ahora es el dueño de la provincia y que en vez de legislar se ha dedicado a tramitar puestos.
– ¡¿Y ahora?! Votada la Meza… ¡¿Qué dirán, pues?!
– ¡Nada! Que se ha destapado una olla de grillos, y enojados los compadres se van diciendo las verdades. La misa Carmita salió de decir que ni el gobernador, que pensaron que al fin pusieron uno de Creo, creo que no ha sido mismo de Creo.
– ¡¿No ha sido de Creo?! ¡No lo creo! ¡¿Y de dónde mismo ha salido si no de Creo?!
– Pues, según ella, ha salido de la “Agencia de Empleos de la Asamblea”.
– ¡A ver, a ver! ¡¿Cómo está eso?! ¡¿De qué agencia de empleos me está hablando usted?!
– Mire; dice que, puesto que, como parte del directorio, siempre se pensó que Jorge Paguay es la persona indicada para ese cargo. Pero claro, fuera del directorio hicieron otro grupito en contubernio con don Eli… ¡Y elé! Desde allí salió el señor Mena. Lo mismo pasa con la intendenta, el jefe político y los otros más.
– ¿Y qué dice don Eli al respecto?
– Ni corto ni perezoso, salió a refutar a Carmita. Que nada tiene que ver en el asunto, que la señora Meza no sabe lo que dice, que está respirando por la herida, que palabras de resentida, etc.
– ¡¿En serio?! ¿O sea que niega tener una agencia de empleos?
– Sí, hasta contó que un día el esposo de ella le ha topado en la calle y casi de rodillas le ha suplicado que no le bote a su mujercita, que la mantenga en el cargo un tiempito más, que no sea malito.
– Pero… ¡¿Qué más prueba?! Allí está el detalle, como dice Cantinflas. Si le ha rogado por el puesto, está admitiendo que en él estaba el poder de decisión.
– Ahora si le saca a Carmen Meza, que es la vicedirectora de Creo, y pone a Marco Freile, que no es de las filas de Creo, sino más bien su pana caravana y yunta, y dice que no tiene nada que ver… ¿Qué podremos decir?
– A quién si le vemos intentando hacer algo, en lugar de tramitar puestos, es al otro asambleísta, Calapucha. ¡Pues pucha! Que se ha metido con el alcalde de Arajuno, con unas denuncias de un supuesto delito de peculado; porque dizque hay contratos dados para unas obras que nunca aparecieron.
– ¡Ajá! Y ahora le gente está enardecida, diciendo que ese dinero tiene que aparecer. Pero, como dice el dicho: “Lagarto que come ya no vomita”, jeje.
– Mejor, compadre, ya dejémonos de críticas, que por criticar nadie nos paga, y vamos a esa agencia de empleos, a ver si nos a nosotros también nos dan un carguito, por lo menos de conserje.
– ¡¿De conserje?! A mí más que sea de gobernador, hasta que haya algo mejorcito. Si por allí le ponen de jefe político a uno sin saber ni leer ni escribir, yo que soy más rodado me merezco eso y mucho más.