—Buenos días, compadrito Indiscreto, ¿cómo se halla usted? Lo veo más relajadito después de carnaval, parece que si se echó un polvito.
—¡Bienvenido, compadre Ulbio! Pase a éste, su consultorio político, aquí le despejamos todas las dudas. ¿En qué le podemos servir?
—¡Ele! ¡Que’s pues! ¡¿Consultorio político dice?! ¡¿Y?! ¿Eso con qué se come? Y, ¿desde cuándo venir a conversar con usted es un consultorio político?
—Es que todo mundo viene a conversar de política, entonces hay que empezar a cobrar. O, ¿qué cree? ¿Que en cualquier parte asesoran gratis?
—¡Chuta, compadre! Yo también venía a preguntarle por quién será que votar. Pero, si va a empezar a cobrar, mejor hablemos de otra cosa. Mejor cuéntese una de vaqueros, como dicen por allí.
—¡¿Ya ve, compadre?! ¡Ahí está el detalle! Todos preguntan lo mismo; que por quién será de votar. Entonces hay que portarse vivo y hay que empezar a cobrar; Pero, si no quiere pagar, entonces vote por quién le dé la gana; porque al final todo es lo mismo, ninguno trae la solución a los problemas del país.
— ¿Por qué lo dice, compadre?
—Porque solo hay intereses personales. Que, si es de la derecha, defiende a la oligarquía; todo el dinero se va para arriba para hacer más ricos a los ricos mientras que el pueblo queda en la miseria. En cambio, si es de la izquierda, al contrario, todo el dinero cae para abajo, para hacer nuevos ricos a unos cuantos vivos, mientras que el resto del pueblo sigue en la mierda. ¡Es todo un circo!
—Entonces, ¿Cuál es el modelo ideal? Según usted.
—Que la riqueza vaya donde su verdadero dueño, que es el Estado, y que el Estado invierta en obras para mejorar la vida de la gente con mejores carreteras; mejores servicios de salud, educación, trabajo y empleo para la gente. Pero lamentablemente, como dice el dicho, donde hay arca abierta hasta el justo peca.
—Tiene toda la boca llena de razón compadre. Entonces, ¿hay que votar por el menos peor? ¿No le parece?
—Si quiere que le siga asesorando, ¡pague! Ya mucho me ha sacado de gratis.
—No sea vivaracho, compadre, usted quiere aprovecharse de la situación y, como quien dice, pescar a río revuelto.
—Es que hay que ser así compadre. ¡¿No ve a estos de la Confeniae?! Y todos los demás que ya han hecho pacto con el gobierno y le han dicho: “Si quieres que te apoyemos en segunda vuelta… ¿Cuánto hay? O… ¿Qué das a cambio? Y resulta que, de la noche a la mañana, al duro que piloteaba en la CTEA, siendo que era el duro del partido de gobierno, me le han dicho “chao” y ponen uno del movimiento indígena. Lo mismo pasa con la Secretaria Técnica; quitan a una de Pastaza y ponen a una de las nacionalidades de Tena. Y luego en el Consejo de la Judicatura, quitan a uno que era funcionario de carrera y ponen como directora a una abogada de las nacionalidades.
—¿O sea que ya hubo acuerdos por debajo de la mesa?
—¡Claro pues! Puro negocio chueco. O, ¿de dónde cree que el presidente de la Confeniae, sale públicamente a decir que apoyan a Noboa para la segunda vuelta? ¡¿Usted cree que eso es gratis?! No compadre, nada es gratis en esta vida. Y luego aparece nomás poniendo a su gente en diferentes puestitos.
—¡Negocios chuecos! Ahora entiendo el por qué salieron todos dirigentes a cuestionar el pronunciamiento del presidente de la Confeniae, diciendo que eso no fue lo que se acordó en asamblea; que una cosa se dijo en asamblea y el sale con otra totalmente distinta. Es evidente que ya hubo arreglo.
—¡¿Evidente?! Pues, compadre, si está más claro que el agua. ahora el gobierno está: “Pídeme lo que sea, que yo te lo concedo”.
—Oiga compadre, aprovechando la ocasión ¿No será de ir también nosotros a pedir algo a cambio de nuestro voto?
—No sea shunsho compadre, con chulla voto quiere ir a pedir algo. Esto se mueve es en masas, el presidente de la Confenie sí, porque representa a todos los emplumados de la Amazonía; es decir, tiene la sartén por el mango y por eso se hace el vivo. Y luego pone a su gente por aquí y por allá y así en todas las provincias. Usted en cambio ¡¿qué plumas tiene?! Si más bien parece pollo desplumado.