– Oiga, compadre Indiscreto; ¿sabía que el 12 de febrero se celebra el día de la Amazonía Ecuatoriana?
– ¡Ele!… ¡Chuuuta, compadre Ulbio! ¡Ni siquiera me había acordado que eso existía!
– Pero… ¡Qué vergüenza, compadre! ¡Usted que es un fiel representante de nuestro pueblo amazónico! ¡Cómo se va a olvidar, pues, de un día tan importante para nuestra región!
– Tranquilo nomás, compadrito Ulbio, que yo solo soy un representante de la gente común y corriente… Sí ni el gobernador, como fiel representante del “Gobierno del Encuentro” se ha acordado de celebrarlo… ¡mucho menos yo, pues!!!
– Tiene usted toda la boca llena de razón, compadre; el día de los amazónicos, en Puyo, ni suena ni truena.
– Así es, compadre. Nadie se ha preocupado de organizar alguna actividad por el 12 de febrero; ni una charla, conferencia, foro, desfile o casa abierta. ¡Nada de nada! ¡Absolutamente nada!
– Como que no hubieran autoridades mismo.
– Es por eso que cada vez suena más duro la salida del gobernador, y parece que de esta semana no pasa según los rumores.
– ¡¿Cree usted eso?!
– Según dicen, el presidente Lasso está muy descontento por el resultado de la consulta y, en Pastaza, no se hizo nada por promover el Sí.
– ¡Claro pues, compadre! Desde la Gobernación se debió haber motivado a los directores, que son los voceros del gobierno, para que visiten los medios de comunicación, que hagan vocería y que en cada acto se pronuncien a favor de la consulta.
– Es también por ello que el gober está en la cuerda floja, y tal parece que vientos de cambio se aproximan.
– ¡¿No ve lo que pasó con la Gretty Vargas?! Que el mismo presidente Lasso la vino a posesionar con bombos y platillos como ministra de la Secretaría de Pueblos y Nacionalidades, y a los pocos días, el mismo presidente le ha dicho “chao pescao”.
– Bueno, compadre; lo que pasa es que en nuestro país estamos viviendo una nueva pandemia.
– ¡Ele!… ¡¿Una nueva pandemia dice?! ¡¿Qué’s pues?! ¡No ha de ser!!!
– Sí, compadre, así es. Estamos viviendo una pandemia de amnesia.
– ¡¿Una pandemia de magnesia dice?!
– “Amnesia”, compadre, “amnesia”. La magnesia es para el estreñimiento.
– ¡Ahhh! Entonces, eso que hacen piruetas y ejercicios y…
– ¡No! Eso se llama “gimnasia”. Amnesia es el estado mental en el que se olvidan las cosas. ¿Entendió?
– Ahhh, sí, sí; ya entendí… bueno… más o menos. O sea… ¿Es como una enfermedad?
– Más bien como una consecuencia de otras dolencias o por la edad.
– Ah sí, por eso a los viejitos se les olvida las cosas. Pero usted me dijo la otra vez que era por culpa de ese alemán.
– ¡¿Cuál aleman, compadre?! ¡¿De qué me está usted hablando?!
– De ese que ha estado con su abuelita, un tal Jaimer,
– ¡Ahhh! Yo le hablaba del alzheimer, que es una enfermedad nombrada así en honor al médico alemán que la descubrió. Así que mi abuelita sufría de esa enfermedad y no estaba con el alemán. ¡Ay, compadre! Lo que pasa es que usted es muy zonzito y no entiende bien las cosas.
– Está bien, compadre; pero no se esponje.
– Yo creo que el que sufre de ese mal es el señor presidente; porque últimamente todo se le olvida. Nombra funcionarios y ahora dice que no los conoce, que no se acuerda, que quiénes tan serán.
– Por culpa de la melesia.
– “Amnesia”, compadre, “amnesia”. Y creo que ya les ha contagiado a todas las autoridades de Pastaza; porque nadie se ha acordado del Día de la Amazonía. ¡Tenemos amnesia colectiva!
– Pero, compadre, no sea tan dramático; no creo que sea para tanto.
– ¡Cómo no va a ser para tanto! ¡Sí ya la mayoría estamos contagiados! Porque nos olvidamos de lo que hicieron los políticos ayer y los volvemos a elegir. – Es que también ha de haber cosas buenas que recordar, no hay que ser negativos, no todo ha de ser melesia, digo magnesia, digo gimnasi… bueno… ¡esa