Por: Guido Calderón
En menos de 5 meses el precio del cacao se ha duplicado hasta los 6.000 dólares la tonelada y hay la posibilidad que en el 2024 llegue a los 10.000 dólares. ¿A qué se debe?
Los especuladores crean ganancias extraordinarias, acaparando producto y compras a futuro, generando artificialmente escases Y motivando a invertir en esta ola especulativa. Miles de inversionistas perderán millones cuando empiece la caída.
Costa de Marfil y Ghana producen el 70% del cacao del mundo y tuvieron un invierno prolongado que pronostica malas cosechas. El fenómeno climático de “El Niño” es acusado de que va a maltratar los viejos cacaotales africanos.
Con estas dos premisas, se ha creado la mayor ola especulativa en la historia del cacao, de cuyos precios altos, no se benefician los cacaocultores africanos que viven debajo de la pobreza y desesperados por los altos precios de los fertilizantes.
Cuando los especuladores de Londres y New York, hayan ganado suficiente dinero, se publicarán “análisis” que anticiparán una caída de la demanda del chocolate y los precios del cacao caerán en picada.
El chocolate es la única industria del mundo, donde no hay manifestaciones exigiendo que no se usen grasas de palma, reclamando productos orgánicos que cuiden la salud humana, que no se tale más bosques, que su brutal comercio mundial deje de aportar al calentamiento global.
Esta alza del cacao no afecta a las 5 grandes transnacionales que manejan el 50% del chocolate en el mundo, que en su mayoría producen chocolates falsos, en el mejor de los casos, unas usan polvo de cacao mezclado con grasas industriales y otras simplemente saborizan las grasas hidrogenadas y las venden como chocolates saturados de aditivos.
Sin embargo, ya subieron precios obteniendo ganancias en menoscabo de la economía de sus consumidores y abusando de su fidelidad, lo que incide realmente en el aumento de sus chocolates, es la subida de precio de su principal materia prima: el azúcar.
Hay suficiente cacao para abastecer la demanda mundial. Ecuador tiene cacao para exportar y miles de campesinos no logran vender su cacao a un precio razonable debido a la falta de centros de acopio y fermentación, en tanto, muchos comerciantes han optado por no fermentar el cacao, sino secarlo en baba y entregar al exportador que no cuida la calidad de nuestro cacao.
Perú y Colombia, también tienen miles de toneladas de exceso de cacao que no es tomado en cuenta por los analistas que empujan la subida artificial del precio.