Por: Edwin Mosquera
Hay que reconocer, que la poco o nula presencia física, carácter y sapiencia; a tomado un inesperado giro en las decisiones sobre la seguridad que se están tomando en el país, en más de un mes de gobierno con un decreto de excepción, una declaratoria de guerra y varias crisis carcelarias se ha logrado mermar los índices de criminalidad a nivel país, hay que aplaudir las buenas acciones, así como hay que criticar las deplorables intenciones.
Estando cerca las festividades, a la voz del carnaval se pretende construir 2 nuevas cárceles de máxima seguridad, sin un estudio previo, con una contratación a dedo y peor aún, bajo el más grande sigilo proyectista en el criterio social, recordemos y leamos un poco, que aparentemente los constructores de las mega cárceles serían los mismos que construyeron los centros penitenciarios en El Salvador, pero estas están sujetas a varias inquietudes en los mismos parámetros ya criticados, en otro plano se olvida del ámbito e impacto social que conlleva tener cerca un centro carcelario desde el incremento de la inseguridad hasta la creación de pequeñas mafias en las ciudades ELECTAS como anfitrionas penitenciarias; se le olvidó que existe una sociedad alrededor que goza del derecho al buen vivir que por obvias razones va a ser violentado por una decisión tomada al azar.
Ahora bien si las políticas de seguridad son buenas, por qué carajos los ciudadanos de a pie debemos correr con los gastos de estos supuestos planes de seguridad, el subir el IVA en 3 puntos implica que el mismo pueblo estaría pagando por una seguridad gubernamental que debería ser gratuita, acaso no es deber del estado garantizar esto, o simplemente de busca vacunar al pueblo mediante una ley que siga explotando a la supuesta clase media del país, cuando los grandes millonarios bajo la mesa están siendo indultados de deudas, multas y cosillas oscuras que el rabo de paja hablará nuevamente en un libro popular.
No se puede borrar con el codo lo que se hace con la mano, si se pretende hacer las cosas de manera correcta en garantía del pueblo con un decreto mientras entre gallos y media noche se presenta un proyecto de ley que rebusque los bolsillos del país.
El saludo y respeto a los miembros de la fuerza pública, por con los huevos bien puestos salir a las calles en garantía del pueblo sufrido y aguantador.