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¿CONSTITUYENTE?

por Andres Ortega

Por: Edwin Mosquera G.

Con la reelección del presidente de la República, se impulsará la conformación de una asamblea constituyente, en donde que se ofreció reformar la Constitución del país y como es popular en el país de Manuelito ya salieron los constitucionalistas a opinar sobre los pros los contras que habría o los mecanismos de reformas constitucionales para el bien al país.

A lo largo de pasar republicano del Ecuador han existido 11 asambleas constituyentes, en la cual a medida de las necesidades del momento se han ido formando desde la separación de la gran Colombia hasta la última, en donde que se impulsó la plurinacionalidad, el buen vivir y  generar al Estado como un ente de obligaciones con el ciudadano, obviando claro está la fatídica frase que Ecuador es un país de derecho, sino que ahora somos un país de derechos, no se trata solo de coger un simple tinterillo que exprese su poca o nula conformidad o disconformidad en la creación de una constituyente, sino en el mecanismo legal que se debe realizar para la conformación de una asamblea, esto es en qué conforme al artículo 444 de la carta magna expresa claramente que la asamblea constituyente podrá ser solo convocada a través de consulta popular, podrá ser solicitada por la presidenta o el presidente de la República o por las dos terceras partes de la asamblea nacional o por el 12 % de las personas inscritas en el registro electoral.

Ahora bien la corte interamericana de derechos humanos singularizado ya el proceso para la elaboración de una asamblea constituyente y a determinado que es un mecanismo participativo, democrático e independiente de otro poder del Estado, que su función principal es crear un nuevo marco legal que estructure el funcionamiento del Estado y que garantice los derechos de los ciudadanos, proceso que se realiza ante una grave crisis política, social o institucional, pero hay que reconocer que la única justificación del primer mandatario es indicar que tiene muchísimos errores y que descalabran totalmente la posibilidad de darle seguridad a los ecuatorianos, entendiéndose que lo que busca es modificar los poderes del Estado facultando obligaciones a diferentes instituciones públicas y estatales que conlleven al control de la seguridad de los ecuatorianos y para criterio personal, la vía adecuada no es una asamblea constituyente si no una enmienda o reforma constitucional, dependiendo el caso de lo que se quiera cambiar.

Hay que considerar que el Ecuador está viviendo una grave crisis política, en donde que más de la separación y disuasión de líderes políticos, existirían una mayor controversia en lograr los acuerdos necesarios en beneficio del mandante consideración que ya se está negociando la presidencia de la asamblea nacional, que esta sea afín al gobierno de turno, lo cual facilitará para que se sigan cometiendo graves violaciones y inobservancia a los debidos procesos y sobre todo abuso de autoridad ante el pueblo que lo colocó nuevamente en el sillón de Carondelet.

Ahora bien, no me llamó mucho la atención, el pretender que se establezca una nueva asamblea constituyente que tanto los lineamientos de protección, así como las circunstancias sociales van cambiando y es necesario actualizar ciertos parámetros legales para beneficio del pueblo, pero lo que se llama la atención es que cierto grupo de leguleyos que a duras penas tendrán una Constitución para atracar la puerta o muy posiblemente para utilizarlo como pisa papel, estén emitiendo opiniones y criterios sobre los procesos que se deben seguir si están de acuerdo o no están de acuerdo con el llamado a la asamblea constituyente y qué opinan o cuál es su criterio en qué debería cambiar o modificarse la carta magna cuando ni siquiera han podido encaminar bien su vida, o tomar una buena decisión para beneficio propio y p…

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