– ¡Qué tal, compadre Ulbio! ¡¿Qué anda haciendo con ese saco?! ¡No me diga que anda de pepenador!
– Nada de eso, compadre Indiscreto; estoy recogiendo botellas plásticas para reciclarlas. ¡Hay que contribuir a la salvación del planeta!
– ¿Y usted cree que recogiendo botellas va a lograr salvar al planeta?
– Bueno, yo estoy contribuyendo con mi granito de arena, todos tenemos que contribuir… ¡Usted también!
– ¡Vaya, vaya con mi compadre! Bueno, me parece muy loable su lucha; pero… lamentablemente es en vano.
– ¡¿Qué le pasa, compadre?! ¡¿Acaso se volvió loco?! ¡¿Cómo puede decir que reciclar es en vano?!
– Pero, ¿no se da cuenta, compadre, que por cada botella que usted recoge, la Coca Cola lanza al mercado cien mil nuevas botellas solo en nuestro país, y por más que todos los diecisiete millones de ecuatorianos nos pongamos a reciclar, jamás llegaríamos ni al uno por ciento del ritmo en que se reproducen los plásticos.
– ¡Futa! Entonces no podremos librarnos nunca de tanto plástico.
– ¡Claro, pues compadre! La gran industria que produce la contaminación nos deja la responsabilidad de limpiar la embarrada que ellos hacen.
– ¡¿Y entonces?! ¡¿Cómo vamos a salvar al planeta?!
– Solo podemos lograrlo cuando haya verdaderas políticas gubernamentales; cuando los gobiernos dejen de estar subyugados a las transnacionales y asuman verdaderas medidas en defensa del ambiente.
– ¡Chuta! ¡Pero cuándo un gobierno se va a poner los pantalones!
– Bueno, por lo pronto nuestro Gobierno Provincial ya está haciendo algo; pues, nuestro prefecto
ya se encuentra nada más ni nada menos que en Dubái, paraíso del mundo.
– ¡Éle! ¡¿Y ahura?! ¿Qué sacamos nosotros con que el prefecto ande turisteando por allá? Los placeres del poder son una belleza, pero duran poco, no son para toda la vida, así que tiene que aprovechar.
– Es que, además de hacer un tik tok turist… digo, representándonos en Dubái en la Cumbre Mundial del Clima, está dejando muy en alto las bondades de nuestra Amazonía como pulmón del mundo; exponiendo sobre nuestro clima, nuestros bosques milenarios, nuestras nacionalidades ancestrales…
– ¡Chuta! Pero lo que necesitamos es plata.
– En esas mismo anda; porque, dizque hay mil millones de dólares destinados para la economía forestal y, con el ánimo de nuestro prefecto, algo nos ha de tocar.
– Ojalá que así sea, compadre, para ya no perder el tiempo reciclando inútilmente.
– Además, según dicen, nuestro prefecto ha sido invitado a una serie de foros internacionales; uno de ellos, por ejemplo, en la Unión Europea para hablar sobre temas como “detener la destrucción de los bosques amazónicos”.
– ¡Ah chuta! Entonces sí está fuerte la cosa.
– Así que… ¡Nada que turisteando! Una agenda apretada le ha tocado a nuestro prefecto en Dubái, sudando la gota gruesa, aunque sea por el calentamiento global, jeje. Aunque en los tik toks aún no se ve ningún foro, solo caminando por las calles de Dubái junto al alcalde de Arajuno.
– Y, seguramente, también se han de haber colado otros funcionarios de la prefectura como parte de la delegación.
– ¡Claro pues! Pero, eso sí, hay que dejar en claro que ni un centavo partido por la mitad le cuesta a la Prefectura, nadie se ha ido a dar la gran vida con dineros del pueblo, no hay que ser mal pensados, todo es gracias a la invitación de las ONGs que trabajan en territorio amazónico.
– Ahora hay que ver los resultados, si valió o no la pena tan placentero viaje, o solo fue por turismo. ¿No ve? Meses atrás se fue la viceprefecta a Brasil y hasta ahora no se ha dicho nada de los frutos de ese viaje, y en estos mismos días regresó la vicealcaldesa del Cantón Pastaza dándose una vueltita por Chile, dizque, así mismo invitada a un Congreso de Municipalidades. Los feos periodistas, lánguidos por ver los resultados, y si por lo menos vino trayendo una botella del buen vino que se ofrece por allá, no la encontraron por ningún lado, se escondió como para decir “¡a mí que no me jodan!”, jeje.
– Bueno, bueno; mientras tanto, siga nomás reciclando. Ya que los ecuatorianos somos muy buenos recicladores. ¡¿No ve como reciclamos a los políticos del mismo grupo económico para entregarles el poder con nuestro voto?!
– ¡Uy! Eso sí que es un verdadero reciclaje.
– Luego ellos vienen con su mismo programa económico reciclado, enviando proyectos de ley disfrazados de “creadores de empleo” pero que solo sirve para perdonarse ellos las deudas que tienen con el Estado, deudas que al final serán recicladas para que las pague el sufrido pueblo ecuatoriano aumentando sus pesares… ¡Viva el reciclaje!