– Compadre Ulbio; venga para acá un ratito. ¿Vio el debate la noche del domingo entre los presidenciables?
– ¡¿Qué debate, compadre Indiscreto?! Yo el único bate que conozco es el que me da duro mi mujer cuando me dice: “¡Ni me harás tener coraje que te doy con el bate y en pleno mate!” Je, je.
– ¡Chii compadre! Usted está más perdido que chancho en misa. ¡Peor que los candidatos que no respondieron ni una sola pregunta! Y más bien se dedicaron a difamarse y calumniarse el uno al otro.
– ¡Ele! ¡¿Y así se pasarían?! Solo lanzando mentira tras mentira, compadre.
– Con decirle que su Lasso ya le veía al Arauz con cara de Pinocho diciéndole: “Andrés no mientas otra vez” y el Lasso, con su sonrisa forzada, parecía Chuky… ¡Par de muñecos embrujados!
– Bueno, que le diré compadre, yo no sé si serán mentiras o verdades, como dicen que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y así mismo, una verdad contradicha muy seguido se convierte en falsedad; entonces no se sabe quién mismo calumniaba a quién.
-En eso si tiene toda la boca llena de razón compadre… ¡Ya ve lo que le pasa a nuestro querido Jaimito! Con unas fotos que le sacan con los ojos desorbitados, con cara de chivo ahorcado y muy pegadito a una distinguida dama…
– ¡¿En serio compadre?!… Esa no me la sabía.
– ¡Síii! Hasta dicen que estaba bien pasadito de copas y en situación pecaminosa en una noche de lujuria y desenfreno… Y como eso le han sacado en redes sociales… ¡Ele! ¡Todo mundo le critica!
– Bien que le llamé a usted, compadre, que es peor que periódico viejo; se sabe las callentitas o, como dicen por ahí, las frescas. Cuente, bien el chisme. ¿Y qué pasó? ¿No me diga que le pasaron el chisme a la jefa?
– Nada de chisme compadre, Jaimito se ha defendido diciendo: “¡No estuve pasadito de copas! Tenía la patada china!
– ¡¿Quéee?! ¡¿Encima le ha pateado un chino?!
– No, compadrito; me refiero a la infección ocular llamada conjuntivitis, conocida coloquialmente como “patada china”
– ¡Ele! Ya empezó a hablar en difícil… Mejor sígame contando. Pero en cristiano.
– Así mismo, dice Jaimito, que como buen cristiano únicamente le estaba dando la mano… Pero, la gente que es bien quisquillosa y mal pensada, enseguida andan diciendo que: “¡Fue una noche de desenfreno!”
– ¿Es decir que los ojos hinchados no eran por la amanecida, sino por patada del chino? Eso le pasa por meterse con chinos, ellos saben harto Kung Fu…
– Conjuntivitis…
– ¿Con Eduvigis?
– ¡Qué falta de agricultura, compadre! Dije conjuntivitis… Con-jun-ti-vi-tis.
– Bueno, con lo que sea… Y, ¿no podía ver por dónde camina? Chiii… ¡Con razón tampoco ha visto lo que firma! ¡Dizque le ha nombrado gerente general de la empresa pública a la esposa de su propio primo! Un tal Guevara, ex alcalde del cantón Baños de Agua Santa.
– Y ahora está en tremendo lio; porque ya le están denunciado que primo que ayuda a primo cae en nepotismo.
– ¡¿Será compadre?! ¿O será otra vil mentira? Como ahora en redes sociales sacan nomás lo que sea. Por eso, bien dicho lo de Guillo Lasso: “Andrés, no mientas otra vez”. Bueno, ojalá se recupere el Jaimito de la patada china.
– Y ojalá no le venga después una patada de la Contraloría, ni bien se recupere de la otra patada.
– ¡Ay, compadre! Yo comprendo que esto de la política tiene que ser muy difícil.
– ¡Claro pues, compadre! ¡Imagínese nomás! Al Arauz le toco aprenderse la primera estrofa del Himno Nacional y al Lasso le tocó aprenderse cuánto cuesta un litro de lecho… Eso a cualquiera le funde el cerebro.
– Es como volver a la infancia, a los primeros añitos de escolaridad.
– Así es, compadrito; en este debate los cándidos candidatos volvieron a su infancia; por eso se comportaron como dos niños peleoneros y malcriados. En realidad, no respondieron a ninguna de las preguntas… ¡Eso en mis tiempos era cero!
– Un cero bien redondito, compadre; bien redondito…