Discurso de la niña Aina Daniela Mejía Ortiz, alumna del Sexto Año paralelo B de Educación Básica de la Escuela Fiscal Sangay, triunfadora del Primer Concurso de Oratoria organizado por la empresa FIBERFAST en coordinación con el Consejo Estudiantil y Directivos de la Escuela Sangay en homenaje al Día del Maestro Ecuatoriano, con la participación de las Escuelas del centro urbano del Cantón Palora.
Respetables miembros del jurado calificador, distinguidos maestros, señores padres de familia, compañeros estudiantes, público presente muy buenos días.
Este evento es una magnífica oportunidad que tenemos los niños para expresar lo que guardamos en nuestro corazón como es la eterna gratitud para un ser importante que llegó a nuestra vida cuando apenas teníamos 3 años, ¿a quién me refiero? A ti Maestro, aún recuerdo tu ternura, tu sonrisa, tus abrazos.
El valor e importancia del maestro en la formación de los estudiantes es fundamental, no hay educación, no hay progreso sin la presencia de un maestro y no solamente por los conocimientos, sino por la formación integral que entrega día a día durante la convivencia educativa.
La historia ecuatoriana registra que, en el año 1920, durante la presidencia de Alfredo Baquerizo Moreno se declaró el 13 de abril como fecha para conmemorar el DIA DEL MAESTRO en honor a un distinguido maestro de las letras ecuatorianas, conocido como el Cervantes de América: Juan Montalvo Fiallos. Pero no podemos limitar nuestro homenaje a un solo día, no señores, nuestro mejor homenaje será actuar como él nos enseña, con dignidad, honestidad y responsabilidad.
Seguramente, tú Maestro, te has inspirado en el Maestro de Maestros, Jesús de Nazareth, quien entregó su vida en la cruz, como lo haces tú en las aulas, entregando tus conocimientos, tus consejos, tu ejemplo, para convertirnos en hombres y mujeres de bien, constructores de una sociedad mejor.
Tú, y tú también, y todos nosotros en algún momento de nuestra vida, hemos recibido educación por parte de un maestro, por esta razón, como la gratitud es una de las mejores virtudes del ser humano, hoy no puede ser la excepción, quiero decirte con mucha convicción: GRACIAS MAESTRO, por todo lo que has hecho y seguirás haciendo conmigo y con todos mis compañeros.
Te exalto en este día y lo digo a viva voz, qué viva el maestro, loor a todos los maestros de nuestro cantón, provincia y de todo el país.
Respetable auditorio, muchas gracias.