Hasta el hospital del IESS Puyo, el pasado miércoles 20 de julio, llegó la paciente de 60 años de edad, de nombre Eulalia del Carmen Abad, quien fue atendida luego de haber recibido un fuerte impacto de motocicleta en la calle Bolívar y Diez de Agosto, centro de la ciudad de Puyo.
Según la Dra. Karina Herrera emergencióloga de la casa de salud, la paciente llegó en malas condiciones generales fruto del accidente de tránsito, con hematomas en la cabeza, una herida en la región parietal occipital derecha, un sangrado a nivel del oído derecho, deformación en lo que es la clavícula derecha y el tobillo derecho. Pese a todos los esfuerzos realizados, se tramitó un traslado a otra casa de salud más especializada, pero luego de la información enviada los especialistas determinaron que el estado de la paciente era muy crítico y ya no ameritaba una transferencia. Al día siguiente la paciente entra en paro respiratorio que le ocasionó la muerte.
Según el testimonio de su propio hijo, quién fue testigo presencial del fatídico hecho, su madre salía de cancelar un plan de CLARO en las oficinas ubicadas diagonal a la Catedral de Puyo, cuando al bajar la calle una motocicleta que venía a exceso de velocidad la impactó de golpeo haciéndola caer al pavimento lo cual le destrozó el cráneo. “Todo fue tan rápido, ella estaba caída en el piso sangrando por las fosas nasales y del oído derecho”.
El autor del suceso, según se conoce se trataría de un ciudadano venezolano de 18 años, que cumplía actividades de entrega a domicilio, quién luego de haber sido aprendido, fue liberado por las leyes que le favorecen por su condición de extranjero y también por falta de pruebas. Un grupo de extranjeros que se acercaron hasta la fiscalía, supuestamente iban a cubrir con todos los gastos.
La familia se siente indignada, por la falta de accionar de la justicia que si bien es cierto nada va a ser que les devuelva a su madre, pero que tampoco su muerte quede en la impunidad, siendo que era una connotada maestra de la ciudad de Puyo de 61 años de edad, docente de la Unidad Educativa Amauta Ñampi con 26 años de servicios, que estaba ya a punto de jubilarse, además una mujer muy piadosa, miembro de la Renovación Carismática Católica entregada al servicio de Dios y de sus semejantes, que no es justo que haya tenido este triste final.
La velación se realizó en la Funeraria Cando del barrio El Dorado, la misa de cuerpo presente y posteriormente su traslado hasta su última morada en el Cementerio Municipal de Puyo.