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Ejemplo de vida y amor por la música

por Andres Ortega

Si nos preguntamos en esta época que es lo más memorable que podemos recordar de nuestros abuelos o padres, diremos sin dudarlo esos días de fiesta o los encuentros familiares en los que estaban todos.

Y así es como no olvidan muchos a sus padres, aquellos que fuera de haber tenido alguna profesión también se dedicaban a cantar, vender pan en bicicleta los fines de semana o simplemente a limpiar terrenos para tener recursos económicos extra para el hogar.

Dimax Jiménez es uno de aquellos abuelitos que aún canta y alegra los programas con sus pares en el sitio al que acude a almorzar, este caballero fue eléctrico, siendo una de las obras más importantes la instalación del sistema de cableado y alumbrado de las Cavernas Jumandy en el año 1963.

Este abuelito que casualmente cumplió el 01 octubre sus 82 años cantó e interpretó un excelente repertorio musical en un evento cultural en honor a los adultos mayores del mundo, según la opinión pública no ha perdido su carisma y su potente voz.

Don Dimax es un referente de inspiración ya que después de haber dado tanto en su vida sigue cantando y alegrado a quienes lo conocen, tan solo basta una guitarra y el entorno se llena de buena música “para alegrar la vida”, tal y como él lo dice entre las canciones que esboza sin problema como buen ecuatoriano de cepa.

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