– ¿No le parece emocionante, compadre Indiscreto, este vuelo en avioneta? ¿Le gusta?
– Bueno, compadre Ulbio, como es mi primera vez, estoy un poco nervioso.
– No se preocupe compadre, hágase de cuenta que está en la rueda moscovita.
– No es la altura lo que me preocupa, sino ese molesto ruido que hacen los ventiladores.
– ¡¿Ventiladores?! ¡¿Cuáles ventiladores?! Esos no son ningunos ventiladores, esos son los motores del avión.
– No, compadre, esos son los ventiladores del avión. Si no me cree, ¡dígale al piloto que los apague y verá como empezamos a sudar!
– ¡Ay, compadre! ¡Usted siempre sale con sus ocurrencias! Y hablando de pilotos, debe ser muy difícil esa profesión… ¿Verdad?
– Así es, una noble profesión que ya lleva más de dos mil años.
– ¡¿Cómo que dos mil?! ¡¿Cómo que dos mil?! Si recién los aviones se inventaron hace apenas cien años.
– ¡Ele¡¡¿Qué’s pues?! Acaso no ha oído hablar de Poncio el Piloto, allá por la época de Nuestro Señor Jesucristo.
– ¡Será Poncio Pilatos! No Poncio el Piloto. Y, a propósito de aquella época, bien dicha la frase que pronunció el Señor Jesucristo hace más de dos mil años.
– ¿Cuál de las tantas? Y a qué se debe que ha amanecido medio místico, hecho el piadoso; si es más pagano que mandado a hacer. Ya parece el alcalde, que se dice ateo y quiere hacer un monumento al Cristo Redentor, jeje.
– Esa frase de que “Nadie es profeta en su propia tierra”. Y es muy cierto, el Señor tuvo toda la boca llena de razón.
– Bueno, y, ¿cómo así trae a colación esas sabias palabras que dijo el Señor, cuando en su propia tierra los suyos no lo reconocieron?
– Es que, verá compadre, en la CTEA desde hace mucho tiempo la gente se venía quejando que nos ponen ministros de otras provincias, como si aquí no hubiera gente capaz. Que cuándo será que le den la oportunidad a uno de Pastaza. Y, ahora que han nombrado a uno de aquí mismo, todo mundo ha salido a lanzarle piedras para tratar de hacerlo caer. ¡Que el piloto así! ¡Que el piloto asado y cocinado! Que sí que no que no, que esto que el otro.
– Así es la envidia compadre, la envidia, lo mismo que le pasó a Jesús.
– Los mismos servidores de la Secretaría Técnica han salido a denunciar que nunca estuvieron peor que ahora con el capi. Que lleva muchos meses y ni siquiera aterriza; empleados sin contrato, que no se les paga sus haberes, que otros ya ni siquiera constan en el biométrico, que solo su gente bien cobrada y los demás a chuparse el dedo, como si no tuvieran familias.
– Chuta, parece que esa profesión ha sido más difícil que la de ser piloto… ¡Hasta parece que ya se va a estrellar!
-También ha salido los dirigentes de la Conagopare a denunciar que no los atiende, que llevan días buscando un diálogo con el ministro y nada, que los proyectos están estancados y no caminan, que hasta se ha inventado un supuesto accidente para decir que por motivos de salud no puede atenderlos. Y así, sucesivamente.
– ¡Chuta! Parece que el capi anda volando alto… ¡¿Tendrá paracaídas?! Porque yo lo veo por algunos lados, vivito y coleando. El sábado nomás estuvo sano y salvo en la inauguración del asfalto hacia el balneario de Piatúa de la mano del prefecto.
-Por eso mismo están cabreados, hasta ya amenazan con un plantón en su contra. Y hay un medio digital que sirve de tribuna de todas las quejas y a diario le da como a bombo en fiesta… ¡Hasta rengo lo deja de tantas indirectas que le dedica!
-Bueno, siempre ha sido así con ciertos medios de comunicación. Si no son tus panas joden, si no es de tu línea política joden, si no te simpatiza joden y si no te dan pauta joden más.
-Al punto que ahora mejor huye a los periodistas, no les da la cara, no concede entrevistas y nada por el estilo.
– ¡¿No ven?! ¡Ya me lo asustaron! ¿No le digo compadre? Pilotear la CTA ha sido más jodido y peligroso que pilotear una avioneta.
-Yo veo que más bien es palo porque bogas, palo porque no bogas, en vez de estar unidos, apoyar a nuestra gente, dejar que hagan su trabajo y que ojalá los recursos lleguen a quienes más lo necesitan.
-Usted pide imposibles compadre, que donde hay dinero, hay intereses y donde hay intereses hay división, conflicto y todo lo negativo. Mejor vaya nomás a la casa, que su mujer si le va a dar palo porque bogas y palo porque no bogas, jeje.