Por: Edwin Mosquera G.
Lamentablemente en el País de Manuelito, si no le caes bien a alguien y tienes el pseudo poder legislativo estas destinado a un Juicio Político, pues sí, la persecución facultativa e interesada se hace evidente entre los supuestos padres de la patria, que ahora se han dedica cual faranduleros hacer bochinche mediático en determinados casos.
Primero hagamos una pequeña diferenciación entre estas joyitas de la Piedrahita, DIPUTADO es el sujeto elegido por el pueblo para formar parte de una cámara legislativa, más, sin embargo, LEGISLADOR es quien legisla, quien crea leyes quien reforma leyes, es decir salvando ciertos casos, el Poder Legislativo está lleno de faranduleros, uno que otro avispado con padrino y un montón de oportunistas que cual buitre están a la mansalva de su presa.
Partiendo desde ese enfoque, que se puede esperar entonces se aplique un correcto Juicio Político, con absolutas garantías básicas, si existe ya un prejuicio y la premisa que tiene que volar las cabezas, cual verdugo está deseoso afilando el hacha el dueño de la verdad que preside la comisión, que su desempeño no ha sido aplaudido por casi nadie sino más bien por caracterizarse por su prepotencia e irrespeto.
La figura del Juicio Político tiene características violatorias a la autonomía e individualidad de los poderes del estado por tener un tinte de política mas no político, el Profesor Zaffaroni señala que “el juicio político republicano no es una inmunidad que deriva de la persona sino una garantía de funcionamiento del órgano”, ahora con manzanas no tiene que ser persecutorio, intuitivo y peor aún de animadversión política.
El concepto de Juicio Político se ha prostituido tanto que se ha convertido en la herramienta factible para descabezar a adversarios dejando a un lado el principio de inocencia con el pensamiento retrograda de ser culpable y que ante el todo poderoso hay que demostrar la inocencia.