Inicio Entretenimiento El plan piloto no alcanza ni pa’ las azafatas

El plan piloto no alcanza ni pa’ las azafatas

por Andres Ortega

– !Vea nomás, compadre Indiscreto! ¡Cuánta alharaca hacen por chilpes ocho mil vacunas que han traído! ¡Eso no alcanza ni para vacunar a Santa Clara!

– Así veo, compadre Ulbio; el sensacionalismo de algunos medios, filmando media hora el avión como si fueran a descargar miles de cajas… ¡Pero qué! Un simple paquetito.

– ¡Qué bárbaro! ¡Ni en Argentina, que reciben dosis por millones hacen tanto aspaviento! Y acá  más la cobertura y los discursos como que el gobierno por fin nos ha salvado… ¡Somos cerca de dieciocho millones de ecuatorianos!!!

– Aquí, compadre, lo único que importa es el show; ya vemos en los sets de televisión a expertos y sabihondos aconsejando que acudan a vacunarse en masa… ¡¿Pero con qué pues hijos?!

– Yo creo, compadre, que como este gobierno ya se va, solo deja trayendo unas poquitas vacunas para decir después: “¡Verán que yo sí traje las vacunas!”

– Mejor hubiera traído unas vaconas; por eso que llaman la inmunidad de rebaño.

– Pero bueno, dicen que esto solo será para el plan piloto de vacunación.

– Por eso ha de ser que solo han traído para el piloto y no alcanza ni para las azafatas. ¡Plan piloto! ¡Pendejadas! ¡Estamos ante una terrible emergencia! ¡Traigan las vacunas por millones, tarea de ineptos!

– O solo será que trajeron una muestrita para ver si el virus se asusta y deja de atacar.

– Claro, como el virus que es un ser viviente que aunque no tiene cerebro resulta ser más eficiente e inteligente que muchos politiqueros ecuatorianos. Por lo tanto, seguirá campando a sus anchas conviviendo con nuestra crónica corrupción.

– Ya solo falta que le entreguen el plan de vacunación al Abdalá.

– ¡Eso ha des ser! Como el loco ese se cree el piloto de la política ecuatoriana, ha de estar loquísimo por manejar el plan piloto. Tiene usted toda la boca llena de razón compadre; como se manejan las cosas en este país, no me extrañaría que después salga en los noticiarios que se encontraron vacunas en las bodegas de esa nefasta familia…

– Pero qué bueno que ya se aprobó esa Ley de Extinción de Dominio propuesta por el asambleísta Tello, para ver si así podemos en algo frenar a todos esos pillos que saquean sin compasión nuestro pobre erario nacional… ¡Por fin algo bueno!

– Pero aún no hay que alegrarse, compadrito; todavía hay que esperar a ver si el gobierno no la veta y se quede esa ley como el plan piloto… ¡Sin azafatas!

– ¿Y por qué habría de vetarla? ¿Acaso no era este gobierno el paladín contra la corrupción?

– Pues, porque este paladín ya mismo se va; y no vaya a ser que después esta ley le afecte a él mismo. Actualmente ningún gobernante puede estar seguro de que una vez terminada su gestión no le vayan a ver las costuras… ¡Y mucho peor si le extinguen el dominio!

– Yo creo que mejor debería haber una Ley de Extinción de los Corruptos, compadre…

– ¡¿Ve, compadre?! ¡Yo si digo! ¡Usted sí piensa cuando hace un esfuerzo!… lo malo es que es duro que esa fauna se extinga.

– Se extinguen los maravillosos delfines rosados, se extinguen los bellos jaguares, se extinguen las exóticas aves; pero los corruptos van en aumento y cada vez se amontonan en las sedes partidistas más y más aspirantes a corromperse.

– ¡Chuta! ¡Ya se volvió hasta poeta! ¡No me asuste, compadre! ¡No me asuste!

– ¡¿Y por qué se asusta pues, compadre?!

– No vaya a ser que esos cambios repentinos en su cerebro sean síntomas del coronavirus.

– No; nada de eso, compadre. Lo que pasa es que he seguido sus consejos y me estoy cultivando.

– Sí, ya me he dado cuenta que tiene tierra por todos lados, compadre; pero cuando le aconsejé cultivarse no me refería a que se sembrara en la tierra como planta.

– No, compadrito; si estoy un poco sucio es por el trabajo… ¡Todo el día metido bajo los carros! Hay que trabajar duro pues, para pagar los impuestos y así ver si el gobierno compra vacunas por lo menos para las azafatas y no solo para el piloto.

– Así es la vida del pobre, compadrito; no sé si algún día veamos que la vacuna contra el covid llegue hasta nosotros, o solo veremos a los pilotos de nuestra política volando sobre nuestras cabezas y burlándose de nuestro sufrido pueblo.

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, usted acepta el almacenamiento y el manejo de sus datos por parte de este sitio web.