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El salto de fe que quieres dar: el primer paso es la rendición

por root

Suena contradictorio escuchar que para dar un salto de fe el primer paso es rendirse. Esto empieza a cobrar sentido cuando en tu vida pasa de todo y a la vez no sucede nada, te encuentras atorado en un bucle que parece no tener fin como ese trabajo desgastante, rutinario y adicional un jefe con compañeros que no facilitan las cosas –como si de ellos dependiera hacerte feliz-, esa enfermedad que haces de todo visitando a cuánto especialista te recomiendan y parece que nada mejora, ese buscar incesante que hace que te de vueltas la cabeza sin una aparente solución, es como ir a contracorriente, tú solo contra el mundo y nada parece cambiar.

   Hasta que por fin lo decides: te rindes. ¡No! ¡Eso es una decisión de cobardes! -Dirían algunos desde su percepción claro está-. Pero en realidad te acercas a la verdad; rendirse no es resignarse, es decirle a la vida, al Universo, a Dios, a esa fuerza que lo sostiene todo, o como tú la quieras llamar: “no sé hacerlo mejor, cedo mi resistencia, cedo el control y acepto que me muestren lo que es mejor para mí”. El creador del método de la Bioneuroemoción, el español Enric Corbera dice: “rendirse es ceder en lugar de oponerse al flujo de la vida. Rendirse es aceptar el momento presente de manera incondicional y sin reservas”. La escritora y conferencista mexicana Tania Karam, en su libro Una vida con ángeles, responde que lo mejor para acelerar el despertar es: “Rendirte del verbo no puedo más y tocas con toda la humildad la verdadera rendición a algo superior, a Dios o como tú lo llames”.

  Dos formas de ver la rendición que llegan al mismo fin, soltar la expectativa de lo que quiero que pase. Cuántas veces nos hemos preguntado qué hacer frente a algo que no veo la solución y que se complica al pasar el tiempo, ¿pero por qué se ve más oscura aquella situación? Si yo le estoy buscando más alternativas para que eso mejore, se haga pequeño y desaparezca. La respuesta es sencilla, pues donde colocas tu atención también colocas tu energía, y por consiguiente ello crece, si te enfocas en todo lo malo que puede suceder, aún más escuchando como dice Corbera: “los cantos de sirena” -personas que no te aportan y sin embargo las escuchas-, el resultado es una creación originaria de tus pensamientos de miedo; si por otro lado das ese salto de fe practicando la rendición como ya la hemos expuesto, el resultado inevitablemente será el mejor, pues te abres a recibir ayuda del cielo -o de lo que tú creas que representa el cielo- creando tu realidad desde algo superior a ti.    Ten en cuenta que no percibimos lo que más nos conviene ya que vemos con los ojos de una percepción muy limitada, la ayuda celestial nunca está demás, el primer paso para el salto de fe: reconocer que la necesitas a través de la rendición de tu falsa percepción.

Ing. Alex Alvarez
CONFERENCISTA EN TEMAS DE CONSCIENCIA