Por: Guido Calderón
Este Gobierno es el sepulturero de los excesos del anterior y de su propia incompetencia. Ante su impavidez hemos perdido dos millones de puestos de trabajo en el sector turístico legal e informal.
El Tren Crucero en su momento de mayor gloría, dos de sus tres tramos se hacían tres veces, 60% de los recorridos movilizaba a sus pasajeros en furgonetas, solo el 40% en los famosos vagones. Al mesero del tramo Riobamba – Bucay, se lo traía en coche desde Quito a donde regresaba el mismo día volando en Tame, como si fuera un ejecutivo de alto nivel. El derroche fue brutal. Luego los durmientes podridos cedieron, los trenes pararon pero nos los latisueldos. Lo que queda de la ferrovía debe ser adjudicada a municipios, asociaciones y empresas turísticas.
En el vuelo de Tame Quito – Sao Paulo, viajé varias veces, apenas si habíamos una docena de pasajeros. En Brasil nadie supo de esta frecuencia. Su publicidad solo aparecía en las revistas del avión abarrotadas de propaganda estatal. Tame debe volver a ser un servicio militar imprescindible para destacamentos de fronteras, seguridad nacional y labores humanitarias. Sus frecuencias deben pasar a empresas ecuatorianas low cost asociadas con extranjeras, que usan aeropuertos abandonados y crean nuevos destinos turísticos.
Una “Ley de Recuperación del Turismo” será vital para evitar que la CFN y la banca estatal sean los nuevos grandes hoteleros del país. Deberá contemplar la refinanciación de deudas a tasas mínimas. Préstamos inmediatos por el 40% de la facturación del 2019. Exoneración del IVA a los servicios turísticos por 4 años y cobro de este impuesto a los domicilios que se rentan como turísticos.
Recuperar la obligatoriedad de afiliación a la Cámaras de Turismo para que el autocontrol nos depure de la ilegalidad y piratería. Diferenciar en rotulación y publicidad, los servicios de alojamiento, alimentos y bebidas que son turísticos y los que no lo son.
Cerrar las Facultades de Turismo en ciudades donde su propuesta turística no ha mejorado e inundan el mercado de profesionales sin opción de empleo. Eliminar los sistemas de membresías por puntos son una estafa bien legalizada a usuarios y hoteles.
Reapertura de las Direcciones de Turismo del Ministerio de Turismo. Alargar la atención de bares y discotecas directamente al presidente y direccione turísticamente todas las acciones de todos los ministerios. Con la estructura del ministerio actual, ningún ministro podrá salvar al sector y menos calificadas por el Ministerio hasta las 5:00 en ciudades turísticas donde no haya índices de criminalidad ni violencia. Creación de un comité permanente, que asesore si se sigue usando este ministerio como pago de campaña al más inútil del grupo político que alcanza el poder.
Solo con un presidente comprometido y asesorado permanentemente, se recuperará, saneará, ordenará y se le dará la calidad perdida desde antes de la pandemia