Abg. Jesús Alvarez C.
jesusalvarezc@yahoo.es
Los ecuatorianos, luego de la primera vuelta electoral del 7 de febrero del 2021, para la elección del presidente de la república. Nos enfrentamos ante dos posibilidades de elegir al nuevo mandatario de la nación el 11 de abril del 2021, cada uno de ideologías diferentes (Uno de Izquierda y el otro de la Derecha). Lógicamente en la segunda vuelta el que tiene la mayor cantidad de votos es el que gana por la voluntad popular del soberano. La democracia universal invita para que los ciudadanos asistan con su derecho al voto positivo, entendiendo que es una responsabilizada más que constitucional, es moral y de ética de las personas en los países democráticos.
Nuestra Constitución habla del voto válido, así como también el Código de la Democracia diferencia el voto válido del voto nulo, (Los votos blancos y los nulos no son válidos para elegir a una autoridad). De acuerdo a estadísticas electorales desde la nueva democracia (Primera vuelta 16 de julio de 1978 – Segunda vuelta 29 de abril de 1979.). En el Ecuador las elecciones presidenciales hasta la actualidad, los votos Blancos no han superado el 6.25% (2009), y los votos Nulos no han superado el 11.65% (1988), (2017, votos Blancos 0,65%, votos Nulos 6.31%), esto quiere decir que no ha existido la posibilidad de un desequilibrio democrático. Procesos electorales en los cuales algunos partidos, movimientos y persona han trastocado la “Democracia”, con la “Política del cálculo”, o posiblemente por frustraciones, compromiso y estrategias “Politiqueras”, han promovido o se han escondido en el “Voto Nulo”, tratando de insinuar al electorado un mecanismo alternativo el mismo que no les ha dado resultado, por lo contrario, han demostrado una actitud de lavarse las manos como “Poncio Pilatos”. Son aquellos que han permitido y permiten con el “Voto Nulo” dar su apoyo conscientemente a determinado candidato, por afinidad, espíritu de cuerpo, hasta diálogos entre las cúpulas. Con lo cual dan más posibilidad al candidato que está más opcinado en ventaja numérica y con el más alto porcentaje de la votación, pretendiendo una confusión al electorado poco “Democrática”, porque no son claras las intenciones de los que promulgan personal y colectivamente el “Voto Nulo”.
Hoy más que nunca todos los ecuatorianos tenemos que asumir nuestras responsabilidades de ética y moral al acudir a sufragio democrático para elegir al mandatario del pueblo ecuatoriano, con el voto positivo, ¿por qué? todos tenemos la gran responsabilidad como ecuatorianos de vivir en un ambiente democrático, constitucional, de derechos y justicia. Desechando todo intento de desestabilidad democrática del “Voto Nulo” y asumir el Voto consciente y responsable. Ratificando que la soberanía y la democracia radica en el pueblo.