– ¡Ay, compadre querido! ¡Qué pena que se nos fue julio! ¡Tan bonito que estaba!
– ¡Éle! ¡¿Cuál Julio se fue, compadre?! ¡No me diga que el compadre Julio! ¡¿Qué le pasó al pobre?! ¡¿Estaba enfermo?! ¡¿Lo mataron? ¿O qué?
– Ningún compadre Julio. ¡De gana se asusta, compadre Indiscreto! Yo no dije “Julio” con mayúscula, sino julio con minúscula; o sea que me estoy refiriendo al mes de julio que ya se fue y ahora estamos en agosto. Je je.
– ¡Julio con mayúscula o julio con minúscula! Usted si que es demás zonzito, compadre Ulbio. ¡Cómo diablos voy a ver con qué letra me está hablando, pues! ¿No ve que eso sólo se puede ver cuando está escrito?… ¡Mata de las iras!
– Bueno pero no se esponje, compadrito. Yo estaba hablando del mes de julio que tan pronto se acabó.
– ¿Y? Ya tuvo sus treinta y un días y tenía que acabarse, pues. ¡¿O quería que dure cuarenta días?! Eso no se puede, compadre, ni con un decreto de emergencia de Lasso. El mes dura lo que tiene que durar, ni más ni menos.
– ¡Uy, compadrito! ¡Qué geniecito! Parece que hoy ha comido carne de tigrillo…
– Es que, encima de todo, hace asustar; yo creí que algo le había pasado al pobre compadre Julio.
– Perdón, compadre; yo solo estaba triste porque se acabó el mes de julio.
– Pues, no sean zonzito ni se ponga triste. Mejor alégrese. ¿No ve que ya estamos en el mes del turismo? Y ahora sí… a bailar por todo lado. Como quién dice: en agosto se baila a gosto, jeje.
– ¿Cómo así pues? ¿Estamos de fiesta, celebramos algo o qué? Usted solo en eso piensa, en darle gusto al cuerpo. En esta crisis en la que estamos. ¡Si no hay plata para nada!
– ¡Pero… si no necesita plata! Solo las ganas de divertirse, nada más. Todo lo demás corre, ya sea por cuenta de la alcaldía o ya sea por cuenta de la prefectura. ¡Hay baile por todo lado!
– ¡¿Así será, compadre?! ¡No dicen que están sin plata! ¡Que no hay dinero para nada! Que les han dejado vaciando las arcas para el resto del año, que todo es culpa del anterior y solo se pasan quejando.
– Por eso, mismo; creo que les han dejado pagando por adelantado las fiestas por “Agosto, Mes del Turismo”. Por ejemplo, este fin de semana hay la feria en la Diez de Agosto, por sus efemérides, organizada por la prefectura con farra y todo. Viene la famosa Patty Ray y La Bandita, para bailar hasta que el cuerpo aguante, jeje.
– ¡Ah chuta! ¡¿Así será?! Ya están como malcasados, donde el marido no tiene para los gastos de la casa, pero para el guaspete síiiiii… saca de donde sea, jeje. ¡Ah cierto! El domingo hay toros, si es que a usted le gustan los toros.
– ¡Éle! ¡Acaso que tengo gustos de vaca! Más bien usted que parece buey con tremendos cachos.
– Ya, ya, compadre. No se las mande
– Mejor el próximo fin de semana nos vamos al Bikini Piel Canela, por invitación del alcalde. O sino nos vamos a Paz Yaku, a la presentación de la orquesta Caribe, por invitación del prefecto. Y el siguiente fin de semana, nuevamente el prefecto, en el dique de Fátima, se pone a Nelson Genes puro ballenato y la orquesta Caramelo Latino.
– ¡¿Esas chicas cuerpazo que, como su nombre lo indica, son un verdadero caramelo?! Si las he visto en la tele… ¡Tenemos que ir compadre!
– ¡¿No ve?! ¡Hay para escoger!
-Ya los veo ese par de dos, prefecto y alcalde, primeritos bailando y ¡que viva Puyo y que viva Pastaza! Jeje.
-Pero véalo por el lado posi, compadre. ¿No ve que se trata de potenciar el turismo? Además, se nos viene el feriado del 10 de Agosto, se trata también de captar la atención de los turistas, o sino se nos van a otro lado. Por eso mismo, tanto el alcalde como el prefecto han salido a otras provincias a promocionar el turismo de Pastaza, para que la gente también nos visite.
– Pero sería bueno que también promocionen aquí mismo dentro de casa, aquí no se ha sabido nada. Yo no me enteraba si usted no me cuenta.
– Claro que si compadre; así, si los turistas no vienen, bailamos entre nosotros pues, ¿no le parece compadre?
– ¡Ah no pues, compadre! ¡Eso sí que no! ¡¿Bailar entre hombres?! ¡Dios y la Virgen me libren!
– Me refiero a que bailamos entre los y las que vivimos aquí. ¡¿Acaso cree que se me quiebra la mano?! ¡Éle! ¡De ganita me va a hacer enojar otra vez!

