La fiebre del mono, infección de la viruela símica o la pandemia del mono, no es otra cosa que una fiebre viral que contagia a personas con estado inmunológico bajo y precario.
La infección viral indispone a la persona que la padece y desarrolla fiebres altas, fatiga, dolores musculares y erupciones cutáneas que enseguida alarman, son dolorosas y las pupas tienen a infectarse a un nivel masivo, el pus y todo lo que drena es desagradable y deja secuelas en la piel su lenta recuperación.
Después de que el cuerpo entero sufre estos cambios dolorosos y muy evidentes, la mayoría de los casos que, si se resuelven entre de 2 a 4 semanas, quedan con secuelas particularmente en la piel.
En la provincia de Napo aún no toman ninguna iniciativa de advertencias en relación al cuidado de la salud de los niños que pronto ingresarán a clases, “en estas matrículas de lo que, si están atentos, es de pedirnos las cuotas de matrículas y nada más, nadie pide ningún certificado médico, ni tampoco nos advierten de lo peligroso que va a ser que los más pequeños retornen a clases sin algún protocolo”, es la opinión de Mayra Landívar, madre de familia de un establecimiento educativo en la ciudad de El Chaco.
Mientras las matrículas se oficializan en la sierra y amazonia, el Ministerio de Salud Pública ha metido advertencias de cuidados frente a esta enfermedad, sin embargo, en el régimen costa existen mediadas, pese a todo esto ya se conoce a nivel nacional que hay niños con esta afección y que sus procesos de recuperación son lentos y dolorosos.