Debido a la pandemia, dejaron de realizar las actividades cotidianas y la sede quedó prácticamente abandonada por un par de meses, pero hace pocos días, los directivos creyeron convenientes abrir las puertas para un aseo de las instalaciones cuando se llevaron la ingrata sorpresa que lamentablemente había sido “saqueada por los amigos de lo ajeno”, como lo manifestó el presidente de la Asociación de Jubilados de la Shell, Edison Tamayo.
En entrevista realizada, se mostró consternado al ver como los pocos bienes que lo obtuvieron con mucho cariño y sacrificio, los delincuentes se lo llevaron. Comentó que, según los vestigios dejados, se intuye que primero los antisociales, rompieron una pared para primero ver todo lo que hay al interior de la sede y luego rompieron el candado y sacaron todo lo que pudieron: Dos caminadoras, refrigeradora, cocina industrial, tanque de gas, equipos de gimnasia, utensilios de cocina, equipo de amplificación, “hasta las tasas se llevan”. Y tal es la astucia, que luego de haber sacado las pertenencias, dejaron poniendo otro candado, para evitar sospechas y dar la apariencia como que nada ha pasado.
En cifras el perjuicio asciende a un valor superior a los 4 mil dólares. Lo único que dejaron son las sillas plásticas que usaban para las reuniones.
Tamayo lamentó que haya gente que posiblemente vio o escuchó algo, porque viven cerca, pero no quiere avisar nada y por el contrario muestran antipatía cuando se les consulta. Cree que para llevarse las cosas que son pesadas debieron hacerlo en un camión, por lo que considera que necesariamente, alguien debió haberse dado cuenta, por lo que afirmó que en estos días, acudirá a la fiscalía para dar a conocer la novedad. (GT)