– ¡Vaya, compadre Indiscreto! ¡Qué contrariedad ese tira y jala entre el ex y el actual!
– Yo siempre lo he dicho, compadre Ulbio; la culpa la tienen aquellas mujeres que cambian de novio a cada rato y provocan esas desavenencias entre sus ex y sus actuales.
– Pero… ¡¿De qué me está hablando usted, pues compadre?!
– No lo sé… ¿De qué me está hablando usted???
– Yo le estoy hablando de la política, de la disputas entre el exprefecto y el actual por eso de la consulta de los yasunidos.
– Aclare bien las cosas, compadre; ahura me viene con eso del “ex” y el “actual”. ¡¿Y qué quiere que piense yo, pues?!
– ¡Claro! Como siempre es malpensado y cochambroso…
– Nomás no ofenda, compadre. ¡¿Malpensado yo?! Que todos mis pensamientos están friamente calculados.
– ¡Ele! ¡Ahura ya se cree el Chapulín!
– Más bien el Chapatín, porque ya me dio cosas con eso de los ex y los actuales. Bueno, bueno… ¿A qué se debe su contrariedad!
– Más bien la contrariedad está entre el ex y el actual prefectos, que no dejan de mandarse indirectas. Y en el tema del Yasuni, los dos tienen posiciones contrarias. Mientras el ex dice que no está de acuerdo con que el petróleo se quede bajo tierra y que por eso votará “NO” en la consulta; el actual, dice “SÍ” al Yasuní.
– O sea, como quien dice, los dos agarrados un pedazo de selva; el uno hala para un lado y el otro hala para el otro lado. Están contrapuntiados. como quien dice.
– Exactamente, compadre. Es lo que estoy tratando de decirle.
– Y, ¿por qué el ex dice que no está de acuerdo con que el petróleo debe que darse bajo tierra? Acaso, ¿no era el ambientalista que incluso recibió un reconocimiento por cuidar el medio ambiente?
– Porque él se va por el lado de la plata, pues. Dice que la mayor fuente de ingresos que recibe la Amazonía es por la explotación petrolera y que al momento, al menos, no tenemos ninguna otra fuente para promover el desarrollo que no sea por el petróleo; y yo estoy de acuerdo con eso.
– Bueno, eso sí; él es experto en eso de la plata.
– Además, quedarnos sin esos recursos significa pobreza para todos. La Prefectura solo se quedaría con las asignaciones del gobierno, que son puras migajas que no alcanza para nada, y si alguna cosa se ha hecho ha sido por que al momento existe la Ley Amazónica.
– ¡¿Y quién le hizo a usted creer que explotando el Yasuní nos va a tocar más plata?! Si lo que se está buscando es entregar toda la explotación petrolera a empresas transnacionales y los únicos que van a recibir más plata son los politiqueros que andan detrás de eso.
– Pensándolo bien compadre, yo si estoy de acuerdo con el ex, si ya no hay petróleo ¿de qué vamos a vivir? Y ¿qué vamos hacer con tanto petróleo ahí adentro, si no puede ser aprovechado? El nuevo en cambio dice que la riqueza no es la que está adentro sino sobre tierra, por eso está promoviendo un proyecto que se llama “Pastaza bio-cultura y turismo”.
– Y tiene toda la razón pues; si se lograra levantar un buen proyecto turístico- cultural integral nos reportaría ingresos directos, sin necesidad de estar esperando la buena voluntad de los gobiernos de turno.
– Pero… ¡¿Y lo de la Ley Amazónica dónde quedaría?!
– Pues, ahí mismo, donde está ahora. Porque tenga la seguridad, compadre, que si entran las empresas transnacionales a explotar nuestro petróleo, en poco tiempo se tumban la Ley Amazónica y nosotros nos quedamos sin pan ni pedazo.
– ¡¿Usted cree eso compadre?!!!
– ¡Claro, pues compadre! No sea muspa. Por eso hay que tener mucho cuidado con esos políticos que solo les gusta el dinero, porque son los primeros aliados de la codicia neoliberal que quiere arrasarlo con todo, y más aún con la crisis energética que hoy está viviendo Europa.
– Está bien, compadrito; usted conoce de esas cosas mejor que uno. Yo no paso de lo nacional y no entiendo eso de lo transnacional ni jota.
– Pero bueno, compadre Ulbio, el pueblo de Pastaza votó por un cambio, y hay que darle la oportunidad y el apoyo a este joven prefecto que tenemos ahora para que vaya desarrollando sus propuestas y proyectos… ¡Y ya déjese de tarugadas!