Apenas corrió la noticia que los auto tanques de combustible arribaban a la ciudad de Puyo, en la mañana del miércoles 29 de junio, inmediatamente las estaciones de servicio se abarrotaron de gente, todos con la desesperación de poder abastecerse, en sus vehículos, motocicletas y pomas.
Pero lamentablemente, los auto tanques solo llegaron hasta Shell y luego, ingresaron al interior de la Brigada de Selva No 17 Pastaza para ser protegidos por su seguridad, hasta coordinar la manera de poder formar un corredor humanitario que les permita pasar por el lugar de las manifestaciones apostadas en el tramo de la vía Puyo – Shell.
En Puyo, mientras tanto, la ciudadanía permanecía en sus lugares de espera, largas colas que por horas no se movían para nada. El propietario de la gasolinera Coka por ejemplo, explicaba por altos parlantes a la multitud, la novedad que el auto tanque no se le había permitido el paso porque el sector indígena supuestamente había radicalizado su medida de hecho.
Los mismo pasa con la escasez de las bombonas de gas de uso doméstico, que ha obligado a muchas familias preparar los alimentos en leña como en los tiempos antiguos. Las pocas bombonas que llegan no abastecen para la necesidad de cientos y cientos de familias, más los negocios y también los vivos que quieren aprovecharse de la situación para poder revenderlos a costos muy elevados.
Y los alimentos ni se diga, todo escasea en estos días, si un camión lo dejan pasar, porque eso más, estamos al capricho de los señores, la gente se aglomera para llevar los productos al costo que sea.
Causa tristeza ver la terrible situación en la que nos encontramos al total desamparo, sin ley, sin autoridades y sin quien diga nada. Los locales obligados a cerrar, a los vehículos que circulan le pinchan los neumáticos, todo es un casos, nerviosismo y preocupación. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar? ¿Hasta cuándo tendremos que sufrir?
Duele ver a Puyo convertida en tierra de nadie.