Habitantes de la comunidad de Shigua-Urko perteneciente a la parroquia de Puerto Napo, por décadas se abastecen del agua que emana una vertiente ubicada en el mismo sector, ahora en base a mingas y apoyo de entes no gubernamentales abrigan esperanza para contar con este recurso natural tratado apto para el consumo.
El poco recurso hídrico que emana un ojo de agua natural que esta cerca a la comunidad no abastece a las aproximadamente sesenta familias radicadas en Shigua-Urko, con el pasar de los años han utilizado esta forma de abastecerse del líquido vital para sus necesidades, sin ningún tratamiento y no se sabe si es apta o no para el consumo humano.
En un perímetro de 50 metros cuadrados se realizará la construcción de la planta de agua, estos predios fueron donados por la comunidad, “nosotros hemos socializado con los comuneros, donde hemos solicitado los espacios de terrenos para construir la captación de agua también lo que es el tanque, para que a través de gravedad vaya hasta todos los hogares de los beneficiarios” indicó Rigoberto Gavilánez presidente de la Junta Parroquial de Puerto Napo.
Lo que ahora es solo una ilusión en pocos meses se convertirá en una realidad, el líquido vital llegará a las casas de los comuneros con un proyecto financiado por una fundación de Japón, Eduardo Vinueza Ingeniero Civil nos explicó en que consiste el diseño hidráulico, “realizaremos una captación pequeña que contara con un vertedero para captar cierta cantidad de agua, lo suficiente que abastezca a unas doscientas personas que habitan en esta comunidad, este proyecto contara con un tanque sedimentador para que quede los residuos sólidos como: ramas, hojas, animalitos que quizás mueran, de ahí pondremos un tanque para implantar la bomba de impulsión que distribuirá por gravedad para la parte baja y alta de la comunidad”.
Sin importar las inclemencias del tiempo los comuneros se suman a este proyecto que supera los 90 mil dólares, recursos no rembolsables, el agua tratada apta para el consumo mejorara las condiciones de vida de los habitantes que se cansaron de esperar a las autoridades de turno su voluntad de ejecutar obras de servicio básico.