María José, joven profesional de la capital recibió una importante capacitación para sumar un requisito previo a ingresar en el ámbito laboral de la salud, ella junto a más de 150 profesionales de la salud de Napo y Orellana se capacitan en farmacovigilancia y tecnovigilancia.
La búsqueda constante de que el personal de la salud pública esté debidamente certificado impulsó esta y otras capacitaciones para que el servicio rural en los cantones Tena, Carlos Julio Arosemena Tola y Archidona, en Napo, y Puerto Francisco de Orellana, Loreto y Joya de los Sachas, en la provincia de Orellana, sea de calidad y dentro de las normativas legales.
Las capacitaciones que se desarrollaron en los auditorios de las prefecturas provinciales señaladas, convocaron a 158 profesionales de la salud, ellos fueron abordados con la asesoría de la normativa aplicable en farmacovigilancia y tecnovigilancia, áreas en las que además deben tener conocimiento de los diferentes formatos de reportes.
“Farmacovigilancia y Tecnovigilancia son procesos que identifican, consideran, evalúan y previenen los riegos asociados a los medicamentos y dispositivos médicos ya comercializados; a través de estas capacitaciones, el nuevo personal médico estará atento a los procedimientos para reportar las reacciones adversas al momento de utilizar estos productos”, indicaron las autoridades de ARCSA, responsables de la capacitación.