– Oiga compadrito Ulbio, ¿cree usted en el karma?
– ¡¿Karma?!… ¿No es esa cosa de las posiciones de las que me estaba hablando el otro día?
– ¡No, compadre! Eso de lo que hablábamos el otro día es el Kama Sutra, que sirve para mantener la concordia en la pareja; en cambio el karma político es para provocar la discordia.
– Bueno, compadre Indiscreto; ¿a qué mismo es lo que se refiere?
– El karma hace referencia a que todo en esta vida se paga; si uno hace el bien recibe el bien, pero si hace el mal recibe el mal.
– ¡Aaah ya! ¿Y usted cree en eso del karma?
– Calle nomás compadre; yo que siempre era incrédulo con eso del karma, ahora ya me tocó creer…
– ¿Ya cree en el karma? ¡¿Y cómo así ah?!
– Ya que todos decían que Paguay como director de Creo se acomodó él y su hija, y al resto de los militantes ni agua.
– Como quien dice: ni un pan partido por la mitad.
– Y los mismos militantes le armaron la bronca resentidos porque en campaña a todos les ofreció un puestito, y llegado al caso resultó en eso de que yo te ofrezco y busca quién te de. entonces tanto le echaron maldiciones y maleficios que de golpe y porrazo… Lasso lo dejó sin pan ni pedazo jeje.
– ¿Y por qué sería tal cosa?
– Pues, al parecer, fue su mismo coideario, Carlitos Zavala. quien le lanzó la cascarita para que resbale y caiga…
– ¡A ver, a ver! ¿Cómo estuvo eso?
– Pues, dizque le ha dicho: “¡A ver! Renunciemos al mismo tiempo, ¿qué dices? Yo renuncio al directorio y tú a secretario técnico”.
– ¡¿En seriooo?!
– ¡Síii! Y el más zonzito, bien confiado… ¡Zaz! ¡Que presenta la renuncia! Y luego el otro se sale quedando.
– ¡Pero… Qué barbaridad!!!
– Y cuando el Paguay quiso retirar la carta… ¡Uuu! Ya fue demasiado tarde; el mismo Zavala la procesó en un abrir y cerrar de ojos, y sacándole la lengua le dijo: “¡Paguay, bay bay!” Jeje.
– ¡Ele!… O sea que le dejó al pobre colgado.
– Ahora el pobre, pasando al común de los mortales, sale a denunciar las dizque irregularidades y con cartel en mano diciendo: “¡Ya no creo en los de Creo!”
– O sea que el Kama Sut… digo, el karma, le jugó la mala pasada.
– Más bien una mala jugada. Paguay se quedó sin su tajada, que pendejada. Es que si no hay nada para los otros, que para él tampoco quede nada y se vaya a la fregada jeje.
– ¡Chuta! Eso es cosa de ni creer.
– Por eso dice: ya no creo en los de Creo, y yo tampoco les creo; lo mismo le paso a la Carmita Meza, que siendo del mismo partido la pusieron en el Mies, y en menos de un mes le dijeron: “¡Ya pues guambrita! Vaya nomás por la sombrita”.
– Como quien dice, no e dejaron ni acomodarse bien en la silla.
– Y luego pusieron a otra señorita, Leidy Uquillas, que dizque por más bonita no hizo ni cosquillas y ya la mandaron para su casita. Y ahora el Mies está hecho miess mismo, jeje.
– Por intereses mezquinos de unos los que sufren son los que dependen de esas instituciones.
– Tiene toda la boca llena de razón, compadre. Así mismo, otro que ha renunciado en esta semana es el Paolo Espín, que sin ser de CREO se pasó hasta ahora en el puestito como director del Iess.
– ¡¿Y por qué deja botado el puestito?!
– Ahora como dizque quiere ser prefecto ya buscó pretexto; y ya que no lo botan, el mismo se va para su casa y se va a prepara la campaña. ¡Y no por la lista de Lasso sino por la Revolución Ciudadana! Que era de donde siempre venía pero disfrutando del puesto a costa de los de Creo.
– Razón, pues, que el señor Paguay ya no les cree.
– Por eso mismo me ha gustado su pancarta: “A los de Creo ya no les creo” jeje.
– Yo ya no creo en ningún político, así no sea de Creo.
– Como cuenta el cuento: Un mago hizo un gesto y desapareció el hambre; hizo otro gesto y desapareció la injusticia; hizo otro gesto y desapareció la guerra. El político hizo un gesto y… ¡Desapareció el mago!