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La aplicación

por Andres Ortega

Por: Edwin Mosquera G.

Primero hay que aplaudir, a todos aquellos que sin haber leído los anexos y motivados por un odio político y sobre todo la mala información, sin ni siquiera pensar sobre los cuestionamientos a ciegas rayaron sobre el yes.

Pero, hablemos que pasa ahora con la aplicación de las preguntas, pues bien de las 9 preguntas 3 referéndum y 6 de consulta popular, solo dos entran en publicación y sanción inmediata, específicamente las facultades de las Fuerzas Armadas y la de la extradición, esta última obedece (como ya se explicó)  hay que entender que la extradición no es como soplar botellas, es una medida de cooperación internacional de acuerdos bilaterales que requieren una serie de requisitos,  entre ellos, que el delito sea tipificado en ambas jurisdicciones o que se agoten una serie de pasos previos al traslado de la persona, es decir la aplicación está bajo condiciones  específicas, o solo que como ya es costumbre del presi, violar los lineamientos bilaterales e internacionales.

El resto de preguntas está sometida a la articulación y aplicabilidad del legislativo, de este modo el ejecutivo tiene 5 días para remitir los proyectos de ley y estos 60 para que sean debatidos, es decir reformar, modificar o cambiar los textos que se aprobaron.

Realmente, lo que se vivió el fin de semana solamente fue un despilfarro de cerca de 48’ con 6 ceros de dólares, para medir la popularidad del presi, siendo entonces el CNE utilizado como un medidor personal para una presunta participación del hoy mandatario, ojo, participación no implica una reelección peor aún un puesto seguro en el sillón del Salón Amarillo.

Muchos aplauden los resultados oficiales, pero se olvidan que nuevamente hemos sido utilizados por adinerados para satisfacer sus caprichos, ósea se midió con el dinero del pueblo, utilizó el desconocimiento y la ignorancia del pueblo para aprobar un mamotreto de consulta que, temeroso de utilizar la vía legislativa, la sometió a criterio de sus mandantes, actuación aplaudible en un pueblo crédulo sin poder de decisión.

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