A propósito del Día Internacional de la Mujer, conversamos con la vicealcaldesa del Cantón Pastaza María Susana Coloma, quién nos compartió esta buena noticia, que todo va por buen camino y la implementación de la casa de acogimiento para mujeres violentadas del Cantón Pastaza podría estar para este mismo año 2021.
Si bien es cierto, el pequeño impedimento ha sido el contar con un espacio público, pero que, en la próxima semana esta previsto un diálogo con monseñor Rafael Cob García, Obispo del Vicariato Apostólico de Puyo, para acordar la posibilidad de colaborar con ciertas instalaciones para el funcionamiento de dicha casa.
Así también, en los próximos días, estará viajando a la ciudad de Ibarra, provincia de Imbabura, para entre otras cosas, visitar también la casa de acogimiento que hace poco entró en funcionamiento en esa provincia y quiere ver la experiencia de ellos para también obtener información positiva, ya que es bueno recoger las experiencias de otros municipios en este tema.
Es verdad que no se cuenta con todo el presupuesto completo, pero que es fundamental poder dar el primer paso, lo cual hará que, para el próximo año, ya se pueda incluir una partida en el nuevo presupuesto.
La provincia de Pastaza, está catalogada como una de las provincias con mayor índice de violencia intrafamiliar, por lo cual, el proyecto nació en una conversación con el anterior fiscal y desde allí se ha estado dando impulso, porque se hace necesario que las mujeres que están siendo víctimas de algún tipo de violencia, tengan un lugar a donde asistir, donde se les pueda ayudar con alimentación, vivienda, ayuda psicológica, ambiente de buena convivencia y todo el asesoramiento para que puedan seguir con sus trámites pertinentes; pero sobre todo, un lugar donde ya no pueda volver a la casa del agresor o victimario, porque sucede que las víctimas siempre regresan al sitio donde fueron maltratadas.
El apoyo, incluye también a los hijos que ellas tengan, porque sucede que una madre no se arriesga por amor a sus hijos, pero será un lugar donde ellas tienen espacio para hacer una vida normal: cocinan, limpian, ayudan a sus hijos y mucho más. Además, contarán con toda la ayuda tanto psicológica como también espiritual que necesiten.
En un inicio se podría trabajar con los profesionales del Consejo Cantonal de Protección de Derechos, así también creando un voluntariado de mujeres que quieran sumarse a este proyecto y estén dispuestas a hacer labor social. Así que desde ya la invitación a todas las personas que estén interesadas a colaborar en el proyecto.
Todo depende de la reunión con el Obispo de Puyo, el proyecto podría arrancar haciendo las coordinaciones con el resto de instituciones en calidad de cooperantes.