Por: Edwin Mosquera G.
La historia de Barbie comienza en 1959, cuando Ruth Handler, cofundadora de Mattel, observó a su hija, Barbara, jugando con muñecas de papel y dándoles roles adultos y personalidades imaginativas. Ruth se dio cuenta de que no existían muñecas en el mercado que permitieran a las niñas proyectar sus sueños e imaginación a través del juego. Fue entonces cuando tuvo la idea de crear una muñeca tridimensional que encarnara una mujer joven, independiente y con estilo propio, que por más decir en pleno auge del desenvolvimiento femenino en la sociedad.
Hay que reconocer y rescatar que siendo la muñeca más vendida a nivel mundial con un sinnúmero de productos en el mercado sigue proyectando en estereotipo que no se quiso implementar en la misma, la mujer hermosa, delgada, alta con carente de conocimiento y con una cierta debilidad intelectual que habita en una sociedad consumista y ligada a ser un icono sexual.
El criterio de márquetin no se va a analizar, más sin embargo la comparación de censura en pro de la sobre protección de los derechos si, por que la misma sociedad que aplaude a un icónico sexual con estereotipos de estupidez está vigente frente a otros que han sido vetados por aparente mal influencia a los infantes.
Desde Pokémon, Speedy Gonzales, Shrek 2, Looney Toons, Peppa Pig , El laboratorio de Dexter, Padre de familia, Winnie Pooh, Los Simpson, La vaca y el pollito, South Park, Betty Boop, Tiny Toons, Tom y Jerry hasta Beavis y Butt-Head y demás han sido satanizados por mal influenciar en el desarrollo de la generación de cristal, pero entonces que estamos formando para una sociedad, a criaturas que viven dentro de una bola de cristal y que no conozcan la realidad, o a una sociedad en donde piensen que las mujeres son un símbolo sexual para llamar la atención a un Ken que despilfarre el dinero por pasear de su mano.
Qué podemos esperar de los criterios corrompidos, si al representante del romanticismo animado se le catálogo como un acosador sexual, Pepe Le Pew y se pretende aplaudir al rubio bastardo la fiel muestra del egocentrismo y el capitalismo social, la educación, buenas costumbres, la moral y la ética no son un derecho son parte de una construcción primigenia en el núcleo de la sociedad y se van cultivando día a día.