Feligreses asistieron desde tempranas horas del miércoles 26 de febrero del 2020 a las iglesias de los diferentes barrios de Puyo para recibir la señal de la cruz con ceniza en la frente. Con este acto religioso comenzó la Cuaresma, 40 días en los que la Iglesia Católica motiva a las personas a vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa. Aquello simboliza los 40 días que permaneció Jesús en el desierto.
El párroco de la Iglesia Jesús del Gran Poder, el Padre José Castillo, manifestó que es un “tiempo litúrgico que nos prepara a la gran fiesta de la Pascua”, y propone “la oración, el ayuno y la limosna”.
Es un tiempo de encontrarnos con Dios, con nuestras familias, de reconciliación. “Cada año volvemos a celebrar solemnemente este acontecimiento central de la vida de Cristo: su pasión, muerte y resurrección”.
Invitó a orar desde nuestro corazón, porque aseguró que la oración más abundante nos hace sentir a Dios y recibir de él las luces que motivan nuestro camino de vida.
También es muy importante la limosna, “que lo que haga tu mano derecha no lo sepa la izquierda”, dijo. De allí muy importante en este tiempo duplicar nuestra ayuda a los demás.
Indicó que el primer día de la Cuaresma es el Miércoles de Ceniza, aquello es una tradición y al momento de esta ceremonia, el sacerdote coloca las cenizas en la frente de los fieles, esto hace referencia a la muerte y caducidad, pero al mismo tiempo a penitencia y la humildad.
Cuando se impone la ceniza traza una cruz sobre la frente de la persona, dice: ‘Conviértete y cree en el Evangelio’. Vale indicar que las cenizas se producen de las palmas del Domingo de Ramos. Queman los restos de las palmas bendecidas del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego, aromatizadas con incienso.