«vamos a ponernos de acuerdo, precio de bala, precio de bala, son cinco mil dólares», – Rosana, “pero yo no tengo tanto dinero», es parte de un pequeño extracto del diálogo que tuvo una profesional de la salud del cantón Archidona, ella ha sido amenazada por tercera ocasión.
“Nos amenazaron de que se irían contra nuestros hijos, que saben cuales son nuestros movimientos», es otra de las versiones de un empresario que genera plazas de trabajo para personas de la localidad con su constructoras.
De estos casos muchos han sido puestos en conocimiento ante la Fiscalía de Napo y se guarda reserva por la seguridad de las víctimas.
Hasta el momento nobse han conocido que las familias amenazadas hayan entregado dinero a los sujetos que los llaman a vacunar, sin embargo las llamadas persisten y el miedo crece.