Por: Edwin Mosquera G.
Dice el adagio popular; hay varios tipos de ignorante: el que asume no saber lo que debería saber; el que no sabe bien lo que sabe; y el que sabe lo que no debería saber; en este último punto debo indicar que, es increíble como los profesionales se prestan para las payasadas, que, si bien es cierto, el papel aguanta todo, pero no se pasen de miserables, y pretenden distraer a la autoridad con leguleyadas jurídicas que hasta vergüenza ajena dieran si un profesional probo las leyera.
Los procesos investigativos dentro del Ministerio Público, si bien es cierto, están ligados el SIGILO LEGAL, obedece la prohibición a las autoridades investigativas, a quienes están llevando a cabo el escrutinio del caso (evidente) con la finalidad de buscar la verdad histórica de los hechos, me llama la atención, cómo se han prostituido las sesiones del concejo municipal y se han convertido en el espacio para quejarse de los funcionarios que no comparte el criterio administrativo, las plumas o quizás no son uno más del montón y dicen las cosas como son, si no que se espabilan al observar el declive político y administrativo de quien administra la cosa pública.
La formalidad y celeridad de la sesión de concejo municipal, obedece a la discusión e información de los actos realizados, así como el ámbito de legislar y FISCALIZAR, pero acaso se puede coartar el cumplimiento de las funciones por las amenazas telefónicas o ahora por recibir quejas por escrito a ser tratadas en el seno del consejo municipal, acaso el quejumbroso pretende padecer el síndrome Calimero, para evitar que se investigue la mañosa actuación que ya se ha denunciado y que se encuentra investigando.
La sabiduría de la norma y de la ley, siempre se anticipado a la viveza criolla de quien pretende ultrajarla y ya ha dispuesto códigos y normas específicas en las materias, y que, con todo derecho, quien se siente violentado, denuncia, pero hijito ante la autoridad competente, no se puede andar por la vida como diría la gente antigua, como recién parida, ante la misma autoridad que está siendo investigada y que carece de jurisdicción y competencia, y me atrevería a decir hasta de conocimiento.
En el mundo de la tauromaquia se dice amarrarse bien los machos, más en el argot popular, tener los huevos bien puestos, es así que como varoncitos deberíamos manejarnos con prudencia y cautela, no bajo la desesperación y miedo después de haber hecho las cagadas públicas y notorias, que bajo amenazas y quejas ahora se pretenden callar, Señores, las autoridades públicas y peor aún las de elección popular están sujetas al escrutinio público, y a la fiscalización legal de sus concejales, no por ser autoridad te enviste de inmunidad por ser autoridad, no se faculta ser legalmente inatacable jurídicamente, si no es el observado.
las plumas sirven como aislantes térmicos o estructuración aerodinámica, más no como escudo de inimputabilidad frente a las acusaciones que se pretendan hacer, y por otro lado tampoco cobijan a sus esbirros que también buscan protección bajo el penacho cantonal.