Según la investigación de Willie Shubert, editorialista de Mongabay para la amazonia, “La minería ilegal ha dejado a una comunidad dividida en la provincia de Napo.
En Río Blanco, esta actividad ha involucrado desde familias de la zona que operan algunas concesiones sin permisos.
De acuerdo con el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés), en enero de 2023 la expansión de la superficie minera en el sector Huambuno incrementó en un 86 % con respecto al mismo mes de 2022. Entre enero de 2022 y enero de 2023 se destruyeron 110 hectáreas de selva y zonas agrícolas, esto es el doble de lo que se registró en el caso de Yutzupino.
Para muchas personas en la región, en Huambuno se está realizando un ecocidio, sin embargo, hasta el momento no hay importantes operativos en esa zona, y ya no llegan los ministros, ni los policías, ni los militares”.
La Agencia de Regulación Minera realizó 348 operativos contra la minería ilegal en todo el país en el 2022, de esos, solo 20 fueron en Napo, a pesar del crecimiento desbordante de los frentes mineros en esta provincia y el país, para el año 2024 continúan con las intervenciones que ahora son acompañadas por la fuerza militar, pese a todo el aparataje los campamentos mineros siguen proliferando con más fuerza.
La cifra total de controles es 17 % menor desde el año 2019, tiempo en el que se realizaron 418 operativos a nivel nacional, de ahí que se han ido reduciendo estos controles por extrañas que parezcan las razones, explican los activistas ambientales, absortos de no recibir respuestas claras ante una eminente destrucción de una de las cuencas hídricas sensibles en el río Napo.