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La violencia también está en las comunidades de la Amazonia

por Andres Ortega

Hilda Cerda de Asociación de Productoras Kichwas de Ahuano, es una de las precursoras de la visión sobre “Las mujeres de Ahuano y su plan de prevención”, ella se ha dedicado gran parte de su vida en actividades que promueven la defensa de los derechos de las mujeres del campo, su análisis está basado en los procesos de evolución de la organización a la que representa, nos hemos organizado para fomentar la prevención de la violencia, esta se han naturalizado y ahora tratamos de romperla, queremos arrancar de raíz esa oposición de evitar la denuncia a los hombres que nos hacen daño, yo les digo a mis hermanas que deben expresar y comunicar su dolor para evitar algo más grave”, asiente la mujer líder que en estas fechas de 16 Días de activismo contra la violencia de género ( campaña internacional)  ha buscado emular este mensaje fuera de su territorio ancestral.

Junto a sus colaboradoras, Hilda continuarán con su labor para evitar cualquier tipo de violencia, la cual en su forma o contexto, ahora es tipificada en la Ley, “hay mujeres que no reconocen que están viviendo violencia en sus hogares, por eso no reaccionan para pedir ayuda”, puntualizó.

Según el mapeo de feminicidios Ecuador, tan solo al cerrar el año 2022 se registraron 209 casos, de los cuales 82 mujeres eran madres, 5 de ellas estaban embarazadas, 32 mujeres habían reportado a las autoridades antecedentes de violencia, 8 mujeres tenían una medida de protección administrativa (boleta de auxilio), 13 mujeres sufrieron abuso sexual. En la Región Amazónica: Sucumbíos reportó 4 casos, Orellana 4, Napo 1, Pastaza 1, Morona Santiago 1 y Zamora Chinchipe no registra.

Mama Inés Tanguila curandera y partera de Amupakin, sostiene que ante estas cifras mucho se arraiga la violencia desde las generaciones que anteceden a las infantes, en su caso el legado es positivo, “nací en la comunidad de Poroto donde vivía mi mamá. Cuando tenía 12 años, mi abuelo era shaman y partero, como yo era la primera nieta, me quería mucho y sabía llevarme donde tomaba Ayahuasca. Por curiosidad, yo siempre veía y de ahí empecé a aprender poco a poco. Él me llamaba y me enseñaba cómo acomodar al bebé, ahí me dieron los dones. Me dio de todo, para curar y para sembrar plátano, yuca, maíz. Ahí mismo van todos los pajus o dones”, la vivencia que Inés Tanguila heredó ayuda ahora a cientos de mujeres que la ven como un referente, cosa que no ocurre en los propios hogares de las mujeres que sufren, para ella los derechos han sido relegados y ocultos para las nuevas generaciones.

Así como Inés, 60 lideresas de la Amazonia continúan promoviendo las bondades de sus comunidades, retos y desafíos de las mujeres indígenas, que es una agenda que busca proteger a las MujeresKichwas.   

El programa “Retos y Desafíos de las Mujeres Indígenas – Cumplimiento de la Agenda 2030” es una campaña “Por una vida libre de violencia y una sociedad de iguales”, impulsado desde el Observatorio Ciudadano a la Aplicación de la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.

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