Por: Mgs. Nelly Durán.
Pastaza, la provincia más grande del país con encantadores escenarios naturales y una riqueza cultural muy variada es una provincia eminentemente apta para la actividad turística, 10 empresarios ubicaron sus agencias de viajes operadoras e internacionales en esta provincia, confiados en una actividad muy de moda como es el ecoturismo, el aviturismo y turismo científico cuyo futuro era muy prometedor, pues los deportes de aventura como kayak, Rafting, tubbing, cannopy canyoning e inclusive espeleología se estaban desarrollando en varios sectores de Pastaza.
Guías expertos acompañaban a grupos pequeños de turistas a realizar recorridos en selva, canotaje o un baño en cascada, además de la degustación de la gastronomía de la zona y de danzas tradicionales, o simplemente llevar un recuerdo artesanal o la captura de cientos de fotografías de las vivencias en comunidades o paisajes con un entorno verde en una Amazonía mágica y diversa.
Estos encantos, esta actividad fue paralizada por una pandemia alarmante que en el año 2020 se presentó en el mundo y que ha irradiado en todos los países grandes dificultades económicas, de movilidad, y una verdadera crisis sin precedentes para esta generación, producto de ello, en todo el mundo centenares de viajes, paquetes y demás actividades fueron canceladas y con ello se arrastro a las agencias de viajes a un proceso comatoso, serio y muy preocupante, del cual no conocemos si éstas operadoras turísticas se puedan recuperar.
El turismo es el sector más golpeado y entre ellos están quienes prestan el servicio como son los guías de turismo que vivían de esta actividad, el coma de las empresas operadoras lleva meses e inclusive antes de la misma pandemia, lo que no sabemos es que va pasar, hay que reinventarse, hay que propiciar la confianza para que viajeros decidan visitar escenarios naturales donde podamos ofertar oxigeno, paisaje y exclusividad, pero mientras tanto cada vez se ahonda la economía de quienes implementaron este tipo de servicio.
El impacto en el empleo de esta actividad es de 9 hombres y 9 mujeres se vinculan directamente en actividades de agenciamiento sin embargo alrededor de 58 guías son los que trabajan mayormente y de manera aleatoria en varias agencias y en varias modalidades, incluso desde siempre se ha escuchado de informalidad en guianza.
Esta actividad va llevando en su camino preocupaciones para los canoeros, los propietarios del transporte turístico, las comunidades que han dejado de recibir visitas, pero por supuesto a la cadena de turismo como son los alojamientos, restaurantes, cafeterías, todo es un engranaje que se sustenta del turismo, que dinamiza otras economías adicionales y propias de la región amazónica, el esfuerzo para este sector será doble, recuperarse del coma en el que está imbuido, recuperar la confianza de los clientes y volver a renacer en el turismo, una esperanza, un anhelo que solo el tiempo dirá el resto…